El Papa Francisco condenó la inequidad de los alimentos a nivel global

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El Papa Francisco condenó el jueves la inequidad en el acceso a los alimentos que se da a nivel global, calificándola de “perversa”, y dijo que será desastrosa para el futuro de la humanidad si no se le enfrenta.

“Pocos tienen demasiado y muchos tienen muy poco”, dijo el Pontífice, una de las voces más respetadas del mundo en temas de pobreza y justicia social.

Francisco realizó esas declaraciones durante una visita a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación para una sesión del consejo de gobierno de su agencia hermana, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. Ambas agencias están basadas en Roma.

“Muchos no tienen comida (…), mientras que unos pocos se están ahogando en los superfluo”, acusó el Papa, quien a menudo ha apoyado los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. “Esa tendencia perversa de inequidad es desastrosa para el futuro de la humanidad”.

Francisco lamentó que la tasa de reducción de la extrema pobreza estuviera desacelerándose, mientras que “la concentración de riquezas en manos de unos pocos está creciendo”.

El mes pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe dijo que el número de personas viviendo en la extrema pobreza en América Latina creció en 2017 al nivel más alto en casi una década, pese a las mejoras en las políticas de gasto social de los gobiernos.

“Viven situaciones precarias: el aire viciado, recursos naturales agotados, ríos contaminados”, dijo Francisco sobre las personas más pobres. “No tienen agua suficiente ni para ellos ni para sus cultivos; sus infraestructuras sanitarias y viviendas son escasas y deficientes”.

Francisco, que además se reunió con representantes de grupos indígenas, afirmó que era “paradójico” que una buena parte de los más de 820 millones de personas que sufren de hambre y desnutrición vivan en áreas rurales, donde se producen alimentos.

La tendencia global del éxodo desde el campo a la ciudad podría ser preocupante y no debe ser ignorada, advirtió el Papa.