Instalarón el centro de energía solar más grande de Miami-Dade

929

De acuerdo con Marie Bertot, vocera de FPL, no se puede prever si mediante la implementación de este tipo de energía renovable el usuario pagaría menos por cada kilovatio que consuma en su hogar o negocio. «En los últimos diez años hemos bajado el precio –que pasa directamente al consumidor– del combustible utilizado para generar energía. Ahora trabajamos con el gas natural. Y vamos a ver qué pasa con el sol», añadió Bertot.

Los terrenos en los que están instalados los paneles solares fueron adquiridos por FPL y el Condado Miami-Dade sí hizo un acuerdo con esa compañía –que es monopolio en la mayor parte de Florida– para que se instale un millón de paneles solares.

Se busca que el Estado del Sol cuente 30 millones de ese tipo de celdas fotoeléctricas para el año 2030.

Silagy indicó que habrá 6 millones de personas que se muden a la Florida en la próxima década y que por lo tanto es clave la capacidad de generación energía.

Energía nuclear

Tanto el presidente de FPL como el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, se refirieron a la planta de tratamiento de aguas residuales que construirá esa empresa de energía con el fin de utilizar dicha agua –muy parecida a la potable– para enfriar las turbinas de la planta nuclear de Turkey Point.

En la actualidad, los canales de enfriamiento se alimentan del agua potable del manto acuífero de la bahía de Biscayne, y de acuerdo con varios reportes –uno de ellos ordenado por la comisión del Condado– ese sistema de enfrentamiento ha contaminado ele manto acuífero con altos niveles de salinidad y otros elementos tóxicos.

A pesar de las advertencias hechas por los grupos ambientalistas sobre la necesidad de cambiar el sistema de enfriamiento de las turbinas –pasar de canales a torres de enfriamiento– Silagy fue optimista: «Vamos a tratar esa agua bajo los estándares de agua potable y a ponerla en los canales de enfriamiento. Después se utilizará en los Everglades, y eso ayudará a Miami, a Florida y al planeta y las generaciones venideras».

Fuente: Diario las Américas