(MiamiNews24).- Santiago Solari cumplió ante el Huesca sus primeros nueve partidos como entrenador del Real Madrid. El balance hasta el momento es muy positivo para el argentino, con 8 victorias cosechadas y una dolorosa derrota encajada en Eibar (3-0).
El ‘Indiecito’ ha revertido la mala dinámica de resultados que arrastraba el equipo de Lopetegui con una fórmula parecida a la que empleó Zidane cuando relevó a Benítez en enero de 2016. Solari ha priorizado el orden defensivo para atajar la sangría de goles (6 goles recibidos) a través de un posicionamiento más conservador y sin tantas alegrías a la hora de presionar en campo contrario.
En ataque, Solari ha dado carrete a Lucas Vázquez para acompañar a Benzema y Bale en detrimento de Isco y Asensio. El extremo gallego ha sido titular en 6 de los 9 partidos hasta el momento. Todos ellos terminaron con victoria y con solo dos goles encajados (contra el Celta). Lucas ha correspondido a la confianza con dos goles importantes ante Roma y Valencia.
Solari pareció aprender la lección de Eibar, donde echó mano de Asensio en lugar de Lucas. El Madrid, nefasto en todas sus líneas, sufrió una derrota sin paliativos. El mallorquín, que antes había sido de la partida ante el Valladolid (2-0), solo volvió al once contra Melilla en la Copa. Esa es también la primera y última titularidad de Isco, que se presume que mañana jugará de inicio contra el CSKA en un partido sin otra cosa que el honor en juego.
El extremo gallego es el jugador que más balones ha extraviado del Madrid ante Melilla (23) Viktoria (18), Celta (20), Roma (21), Valencia (19) y Huesca (21), partidos en los que fue titular y jugó 90 minutos, demostración inequívoca de los problemas del Madrid para instalarse en campo contrario y generar juego con continuidad. En total, en la era Solari, Lucas suma 131 balones perdidos en 559 minutos disputados, a razón de una pérdida cada 4,2 minutos.
La recuperación de las constantes vitales y la mejoría defensiva contrastan con las dificultades del equipo para crear situaciones de peligro en el área contraria. Lucas Vázquez es una pieza muy valiosa por su despliegue y sacrificio para equilibrar al Madrid pero su presencia le quita mucho ritmo y amenaza al ataque blanco.
Prueba de ello son los 21 balones que perdió tanto en el Olímpico de Roma como en El Alcoraz, dos partidos que evidenciaron como nunca el aislamiento al que está sometido el trío atacante, incapaz de conectar con la medular.
Bale, que marcó el tanto de la victoria ante el Huesca partiendo desde la izquierda, pierde influencia escorado en esa banda en lugar de partir desde el centro o desde la cal derecha, donde su poder de desequilibrio aumenta varios peldaños.
La entrada de Isco o Asensio a lo mejor no garantiza tanto orden y sacrificio, pero parece evidente que su participación aliviaría las penurias del equipo para generar peligro. Sea como sea, mañana podrán seguir reivindicando su status perdido ante el CSKA.
Fuente: MD