El Premio Nobel turco Orhan Pamuk aseguró que escribe «para ser feliz»

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(Miaminews24).-El nobel de Literatura turco Orhan Pamuk aseguró el domingo en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara que escribe «para ser feliz», aunque en el ámbito «social» esta es una meta inalcanzable para él.

«Escribo porque existe un lugar al que tengo que ir; es un tema continuo con el que siempre estoy lidiando, escribo porque quiero ir a ese lugar y porque nunca llego a ser feliz, escribo para ser feliz», aseveró el autor en una charla que abrió el Salón Literario de la FIL y tras la cual recibió la medalla Carlos Fuentes.

A partir de este comentario, el escritor mexicano Jorge Volpi, quien llevó a cabo la conversación con Pamuk, le preguntó qué es para él ser feliz, a lo que el turco respondió que a veces piensa que «la felicidad es llevar una vida significativa».

«Sigo escribiendo porque creo en su importancia, y en que es algo significativo, que le da a mi vida algo más profundo», aseveró el autor, quien agregó que cuando está escribiendo lo que considera que es «una gran novela» es feliz.

Sin embargo, el autor de obras como «Me llamo Rojo» o «El libro negro» distingue entre la felicidad individual -que asemeja a la que tienen los niños cuando se entretienen con sus juguetes- y la social.

«En mi caso, hay una imposibilidad de ser feliz (socialmente) en un país donde la política es horrible», argumentó.

Pamuk se refirió a la difícil situación que atraviesa Turquía en cuanto al derecho de expresión, dado que es uno de los países con mayor número de periodistas encarcelados, actualmente alrededor de 140, según el Sindicado de Periodistas, aunque otras agrupaciones dan cifras más elevadas.

Hay una «especie de democracia» porque el pueblo turco elige a sus dirigentes, «pero no hay democracia sin libertad de expresión, y en Turquía no la hay», valoró.

Hablando de cómo prepara sus novelas -con las que, de acuerdo con Volpi, ha forjado una Estambul «hecha de memoria e imaginación» que incluso ha llegado a reemplazar la real- Pamuk señaló que es del tipo de escritores que planea todo con anticipación.

Después de que tiene la idea inicial, pasa un considerable periodo de tiempo coleccionando detalles; aspectos que considera importantes pero que, al fin y al cabo, solo son el marco.

«La historia y quién va a narrar la historia son aspectos trascendentales, porque la historia no está contenida en los detalles, y hay que contar con ese tronco», reflexionó.

En cuanto a sus gustos literarios, calificó a León Tolstói, Fiódor Dostoyevski, Marcel Proust y Thomas Mann como «los más grandes novelistas», con los que ha aprendido a escribir tras releerlos una y otra vez.

Además, mencionó a otros tres autores: Jorge Luis Borges, Italo Calvino y Vladimir Nabokov, quienes le enseñaron a hacer «acrobacias» en la ficción.

También el mexicano Juan Rulfo le «abrió los ojos», por la forma en la que contaba sus historias teniendo como telón de fondo pequeños pueblos, a los que dedicaba una mirada «extraña y diferente».

Para él, el «boom» latinoamericano fue un punto de quiebre, porque en los momentos en los que se desarrolló, él estaba empezando a establecerse como escritor, y se sentía «totalmente fuera del centro» en cuanto al panorama literario, por estar en Turquía.

«El ‘boom’ me hizo pensar que también podía haber un ‘boom’ literario musulmán, así como uno latinoamericano», recordó.

Para finalizar, Volpi preguntó al autor cuál cree que será la situación en Turquía dentro de un par de años.

Pamuk dijo ser incapaz de contestar a esa cuestión, y en su lugar, se limitó a señalar lo que desea que ocurra: «Antes de morir, quiero que Turquía sea una democracia completa, y que todo el mundo pueda decir lo que piensa».

La 32 FIL de Guadalajara, que comenzó ayer en la capital de Jalisco (oeste de México), reúne a lo largo de nueve jornadas a 800 autores y a 2.000 editoriales, en una edición que tiene a Portugal como invitado de honor.

fuente:DLA.