(MiamiNews24).-Una niña de diez años ha sido acusada de haber acabado con la vida de un bebé de seis meses en una guardería de un pequeño pueblo de Wisconsin, según Star Tribune. La menor ha sido acusada de homicidio intencional en primer grado. Está bajo custodia policial y el juez ha impuesto una fianza de 50.000 dólares.
Fue el pasado 30 de octubre cuando la policía de la ciudad de Wheaton (Wisconsin) recibió una llamada de emergencia de una de las cuidadoras de la guardería. El bebé de seis meses no respondía y le sangraba el cráneo.
Le llevaron al hospital St. Joseph y fue trasladado después al hospital St. Paul. donde murió el 1 de noviembre. Los médicos determinaron múltiples facturas en el cráneo provocadas por una fuerza pesada y que no se debía a un motivo accidental.
Tras interrogar a las cuidadoras y los otros tres niños que estaban presentes durante los hechos, los agentes determinaron que la menor de diez años era la principal sospechosa.
El juicio y el padre de la víctima
La acusada ha acudido al juicio en condición de adulta como requiere la ley en Wisconsin para los mayores de 10 años, aunque aún podría ser transferida a los tribunales juveniles.
La niña dice que tenía al bebé en sus brazos, se le cayó golpeándose con un taburete y comenzó a llorar. Ella entró en pánico y le pisó la cabeza, según le contó en el interrogatorio al sheriff del condado de Chippewa, James Kowalczyk.
La pequeña fue a la corte acompañada de sus padres biológicos aunque tienen retirada su custodia. Ella vivía con unos padres de acogida: los dueños de la guardería donde ocurrió la desgracia.
Los propietarios del jardín de infancia han cerrado y entregado su licencia voluntariamente. Además, será investigada por el Departamento de Menores y Familia para comprobar si hubo o no un error por parte de la empresa, según AP.
Nate Leidl, el padre del bebé fallecido estuvo presente en la audiencia judicial. «En vez de ver a una niña de diez años, vi a la persona que mató a mi hijo», le dijo al medio local Canal 13 KTRK. «En mi opinión merecía tener grilletes y esposas. Es una criminal», añadió Leidl.
El padre se lamentaba por el poco tiempo que pudo pasar con su hijo, por su separación de la madre y el proceso de custodia: «Perderme los primeros tres meses ya fue suficientemente duro. Siento que me han robado tiempo con Jaxon. Ahora no voy a poder recuperarlo».
fuente:ElMundo.