(Miaminews24).-Decenas de transgénero que salieron de Centroamérica y viajan por México buscando asilo en Estados Unidos se unieron para protegerse, no del viaje lleno de peligros sino de los ataques de sus compañeros de travesía.
Huyen de la pobreza, la violencia y la discriminación que padecen en sus países, pero encontraron que el periplo hacia el norte es igual de amenazante.
“Cosita rica“, “¿Mami adónde vas?”, “¿Cuánto cobras?“, son algunos de los insultos que recibe a diario el grupo que viaja junto a la caravana.
La salvadoreña Loly Méndez, de 28 años, conoce muy bien a lo que se arriesga en su país: su mejor amiga fue asesinada por su condición de transgénero. “Yo iba a comenzar mi transición, pero me llegaron a amenazar que si me iban a crecer los pechos me los iban a cortar”, contó. Las amenazas eran anónimas, lo que le provocó temor y la impulsó a huir.
“En mi país hay violencia, falta de trabajo y de oportunidades y cuando tienes el entusiasmo de ser alguien en la vida, eso no te tiene que parar“, dijo Loly y aseguró que “también en la caravana hay violencia hacia la comunidad LGBTI”.
Loly se unió a la caravana en Tapachula, en el sur de México, una semana después de que ésta había iniciado su viaje desde Honduras. Cuando vio en las redes sociales que la caravana avanzó pensó que era su oportunidad. Espera trabajar en Estados Unidos y comenzar una empresa de productos de belleza -quizás en Los Ángeles o Nueva York-, una idea que lleva tiempo madurando pero para la que no tiene el dinero necesario para concretar.
“Voy para un país donde yo sé que voy a lograr mis sueños“, dijo esperanzada.
En muchas partes de Centroamérica son comunes los reportes de asesinatos, agresiones y discriminación debido a la identidad de género u orientación sexual.
Pero obtener asilo es Estados Unidos es difícil aunque se tengan pruebas de que alguien ha sido víctima de persecución por su condición sexual, dijo Lynly Egyes, directora de litigio del Centro Legal Transgénero en Oakland, California.
Toma días o a veces semanas que las migrantes transgénero obtengan una audiencia con un oficial de asilo. Si se les permite avanzar en el proceso, muchas están traumatizadas y tienen problemas para contar sus historias, dijo Egyes. También es mucho menos probable que se les conceda asilo sin un abogado.
Temerosas de ser atacadas o abusadas sexualmente, se mantienen unidas las 24 horas, caminan y duermen en grupo e incluso van en parejas al baño. Son unas 50 transgénero de entre 17 y 60 años.
En el trayecto no sólo sufrieron acoso, también fueron víctimas de robos y agresiones. Cuando caminaron en fila por la carretera entre Acayucan e Isla, en el estado de Veracruz, un grupo de migrantes subidos a un tráiler les lanzó agua, naranjas y basura.
Ante el constante acoso, la coordinación de la marcha y organizaciones de derechos humanos que la acompañaron dispusó que dos hombres con chalecos verdes vayan junto al grupo para evitar agresiones.
Fuente:ENH
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