(MiamiNews24).-Casi dos años después de su extradición de México, el notorio jefe del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, se enfrenta a un jurado estadounidense el martes, en el juicio penal más importante en las últimas décadas.
El hombre, una vez considerado el mayor narcotraficante del mundo, está acusado de encabezar una empresa criminal que abarca continentes y provocó oleadas de derramamiento de sangre en todo su México natal.
Su tan esperado juicio ante el Juez del Tribunal de Distrito de los EE.UU., Brian Cogan, en el tribunal federal de Brooklyn comienza el martes con declaraciones de apertura bajo medidas de seguridad sin precedentes, incluidas escoltas armadas para los jurados anónimos y parcialmente secuestrados.
Incluso antes del inicio de un juicio que podría durar cuatro meses, los oficiales federales fuertemente armados y los oficiales con perros detectores de bombas montan guardia frente al juzgado. Los detectores de metales reciben a los visitantes en la entrada de la sala. El Puente de Brooklyn se cierra cada vez que una caravana de la policía, incluida una ambulancia y el equipo SWAT, lleva a Guzman a la prisión federal de Manhattan.
“El Chapo, a pesar de su defensa de que solo era un jugador menor, tenía fama de ser el espíritu innovador detrás del cartel de Sinaloa”, dijo Bruce Bagley, experto en cárteles de la droga de México en la Universidad de Miami. “Él es, en muchos sentidos, un sobreviviente”.
Su captura alimentó una oleada alarmante de violencia
Guzmán, de 61 años, se ha declarado inocente. Si es declarado culpable de tráfico internacional de drogas, conspiración para asesinar a rivales, cargos por armas de fuego y lavado de dinero, se enfrenta a una sentencia de cadena perpetua.
Supuestamente ganó casi $ 14 mil millones como capo del cártel de la droga de Sinaloa, que empleó aviones, barcos y submarinos para transportar cientos de toneladas de cocaína colombiana a México, antes de enviarla a centros de distribución de EE. UU.
Una figura casi mítica celebrada en baladas mexicanas, Guzmán supervisó el contrabando de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a distribuidores mayoristas en Atlanta, Chicago, Miami, Nueva York, Arizona y Los Ángeles, según los fiscales federales.
También está acusado de participar en –al menos– 30 asesinatos, mientras reinaba sobre uno de los carteles más antiguos e influyentes de México.
“Ningún individuo ha tenido más consecuencias que Guzmán en las oleadas de violencia que México ha experimentado en la última década”, dijo David Shirk, director del Programa Justicia en México, de la Universidad de San Diego.
Según informes, Shirk inició conflictos mortales con otros cárteles importantes que llevaron a picos masivos en delitos violentos de 2008 a 2012.
Su captura y extradición a los Estados Unidos a principios del año pasado crearon un vacío de poder que alimentó una oleada alarmante de derramamiento de sangre.
“De todos los involucrados en la estrategia central de apuntar a líderes del crimen de alto perfil, para debilitar a su organización, El Chapo fue el más importante por mucho, porque creció como un cohete, porque se muy tan rico y poderoso”, Dijo Bagley.
Un corruptor de igualdad de oportunidades
Durante dos décadas, Guzmán transformó el cartel de Sinaloa en uno de los grupos del crimen organizado más importantes del mundo, dijo Bagley. Su dominio del comercio internacional de cocaína comenzó con la implementación de Guzmán de una estructura de liderazgo más horizontal, su propensión a la violencia y la generosidad hacia funcionarios públicos corruptos.
“Distribuyó el dinero en cantidades industriales, como dicen en español mexicano”, dijo Bagley. “Estaba dispuesto a pagar sobornos de un millón de dólares o incluso más, yendo desde el municipio de un estado hasta el gobierno federal. Era un corruptor de igualdad de oportunidades”.
Joaquín “El Chapo” Guzmán, de 61 años, se ha declarado inocente.
El caso contra Guzmán se basará en parte en el testimonio de más de una docena de testigos que cooperaron, incluidos los antiguos socios del cártel ya encarcelados o que han recibido nuevas identidades y han sido reubicados por el gobierno de los EE. UU.
Sus nombres han permanecido desconocidos para los abogados defensores de Guzmán hasta la víspera del juicio, y los fiscales argumentan que los testigos en casos anteriores resultaron muertos.
Entre los que pudieron testificar contra Guzmán están los hermanos gemelos del lado oeste de Chicago, Margarito y Pedro Flores, quienes operaron una organización mayorista de distribución de cocaína y heroína para Guzmán, antes de su arresto en 2008, de acuerdo con una acusación federal.
Los gemelos se convirtieron en informantes para los federales y se pusieron bajo custodia de protección, según la Administración de Control de Drogas. Los hermanos Flores se declararon culpables de conspiración de distribución de narcóticos, después de grabar conversaciones telefónicas en las que se escucha que Guzmán está de acuerdo en disminuir el precio de una carga de heroína.
El padre de los gemelos fue secuestrado y presuntamente asesinado como resultado de su cooperación con las autoridades federales, dijo un abogado defensor, cuando los hermanos Flores fueron condenados a 14 años de prisión en 2015.
El cartel de Sinaloa sigue siendo el jugador dominante en el comercio de cocaína
Guzmán también es conocido por sus dramáticos escapes de prisión. En 2001, mientras cumplía una condena de 20 años por asociación delictiva y soborno en México, al parecer se escapó escondiéndose en un carrito de lavandería. Fue recapturado en 2014 en un hotel en la ciudad costera del Pacífico de Mazatlán. Pero al año siguiente escapó nuevamente a través de un agujero en su celda que conducía a un túnel subterráneo de una milla de largo.
En enero de 2016, las autoridades se acercaron a Guzmán en un escondite en la ciudad costera de Los Mochis. El año siguiente, un día antes de la toma de posesión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue extraditado a bordo de un vuelo de Juárez, México, a Nueva York.
Ha estado recluido en régimen de aislamiento en una pequeña celda en la cárcel federal de Manhattan.
Casi dos años después de su extradición, el cartel de Sinaloa sigue siendo el jugador dominante en el comercio de cocaína, según Bagley.
“A pesar de la aparente desaparición de El Chapo, su extradición a los Estados Unidos, y considero que es una desaparición definitiva, así como la incapacidad de sus hijos para hacerse cargo de la organización, el cartel de Sinaloa ha mantenido un cierto grado de coherencia debido a su modelo de negocios,” agregó Bagley.
Además, Shirk dijo: “tan importante como lo fue para el narcotráfico de México, en última instancia, Guzmán será suplantado por otros traficantes, mientras continúen los salarios de la guerra contra las drogas”.
fuente:MiamiDiario.