A juicio el narco español que convirtió a Galicia en la puerta de la cocaína a Europa

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(Miaminews24).-José Ramón Prado volverá a sentarse mañana en el banquillo de los acusados. Pero nadie se atreve a aventurar si el nuevo juicio al narco de 63 años, mejor conocido como Sito Miñanco, será el último en la biografía de película que viene escribiendo el histórico traficante español.

Miñanco financió a dictadores, se codeó con celebridades, presidió un equipo de fútbol y distribuyó la cocaína de toda Europa durante tres décadas montando un imperio que le valió comparaciones con el legendario Pablo Escobar y que inspiró libros y series de televisión.

Su historia comenzó en la localidad de Cambados, donde nació en 1955 y donde entró en el crimen organizado a través del contrabando de tabaco: una salida de emergencia para muchos afectados por la reconversación de la pesca y los armadores en Galicia (noroeste).

En su primer paso por prisión en 1983 por contrabando contactó con miembros del poderoso Cartel de Medellín de Escobar y al salir dio el salto al tráfico de drogas, más lucrativo que el del tabaco. En pocos años, Galicia se convertiría en la puerta de la cocaína a Europa.

Basado en parte en Panamá, Miñanco montó su imperio y vivió los lujos y excesos propios del capo narco. Conoció también a su segunda mujer, Odalys Rivera, sobrina de un ministro del presidente Manuel Antonio Noriega. Miñanco tuvo también estrechas relaciones con el dictador.

«Para entonces, Cambados ya se había convertido en la capital del narcotráfico y (la isla de) Arosa se había ganado el sobrenombre de la Sicilia gallega», recordó el diario «La voz de Galicia» tras la nueva detención de Miñanco en febrero de este año.

Con su riqueza, entre tanto, el traficante compró fama en casa. Pagó deudas de vecinos y costeó de su bolsillo reformas del pueblo. Compró y reflotó incluso el club de fútbol local, el Juventud Cambados. El alcalde terminó nombrándolo hijo predilecto de la localidad.

«Quería ganarse el favor de los vecinos, así que financiaba las fiestas del pueblo», relató el periodista Nacho Carretero en su libro «Fariña», que inspiró la exitosa serie estrenada este año en el canal español Antena 3.

«Muchos narcos gallegos intentaban imitar las figuras de los capos del extranjero, sobre todo a Pablo Escobar», señala Carretero en su investigación. «Sito fue el ejemplo más claro de esto».

La acumulación de poder y la prudencia le permitieron burlar a la Justicia, que solo lo atrapó debido a traiciones o traspiés en grandes cargamentos. En 1994 fue detenido por introducir 2,5 toneladas de coca en España y condenado a 20 años de prisión.

Tras cumplir siete años de pena, quedó en libertad condicional, pero volvió a ser detenido por el tráfico de cinco toneladas de cocaína y condenado en 2004 a otros 16 años de cárcel como líder de una trama internacional de narcotráfico.

En 2011 fue trasladado a Algeciras, sur de España, y logró un régimen de semilibertad que le permitía acudir solo a dormir a un centro abierto. Era un secreto a voces que seguía controlando sus negocios.

Un intento fallido de ingresar en España cuatro toneladas de coca motivó su detención en febrero junto con su hija y casi 40 personas en una macrooperación en la que también se intervinieron 300.000 euros, embarcaciones, coches de alta gama y cuentas bancarias.

La nueva detención sorprendió a pocos. La periodista Elisa Lois, premiada por sus reportajes sobre el contrabando en Galicia, corrigió entonces en el diario «El País» a quienes afirmaron que Miñanco había vuelto al podio de la droga: «Nunca llegó a bajarse», explicó.

Mañana sumará a esa larga historia un nuevo juicio, esta vez acusado de blanqueo de capitales y compartiendo banquillo ante la Audiencia de Pontevedra junto a su primera mujer, una ex cuñada, una hija y un empresario. Parece que Miñanco tardará en recuperar la libertad, pero nadie se atreve a anticipar los giros de su vida de película.

 

Fuente:DLA