(Miaminews24).-Sorpresivamente la Comisión de Miami rechazó la renovación del contrato para el controvertido festival de música electrónica Ultra Music Fest, en Bayfront Park, pero más allá de la negativa, que podría poner en peligro la celebración de la festividad en marzo, el cuerpo legislativo de la ciudad demostró que tiene serias divergencias entre algunos de sus miembros.
El comisionado Joe Carollo declaró su desacuerdo con el contrato porque “Ultra no ha sido capaz en 20 años de disminuir los decibeles de la música”, y expuso además cómo los vecinos de la zona “reclaman un mejor uso” para el importante parque que mira al mar.
“Hoy hay más gente viviendo en esa zona, así que los decibeles molestan a más personas”, argumentó el comisionado.
La alocución de Carollo provocó una sorpresiva objeción del comisionado Ken Russell, que precisamente representa el área en cuestión.
“No entiendo cómo el comisionado Carollo puede estar en contra del acuerdo cuando él estuvo al frente de la negociación”, expresó Russell, visiblemente molesto.
“Cómo pudo haber concretado un contrato con el que no está de acuerdo”, recalcó, a lo que Carollo contestó que hizo lo mejor que pudo por el bien de la ciudad, los vecinos de la zona y el parque pero que el resultado no es suficiente.
“Si tienes algo en contra, sé hombre y sale adelante”, Carollo refutó a Russell cuando defendió su gestión como negociador.
Russell insistió que seguía sin entender por qué Carollo no apoyaba un contrato que él mismo negoció, lo que alteró aún más al comisionado del distrito 3.
“Debes tener problemas de oído”, señaló Carollo a Russell, lo que provocó el murmullo en la audiencia.
Vuelta atrás
Nadie anticipa cuándo el equipo negociador de ambos lados volverá a reunirse, pero tendrán que hacerlo lo antes posible.
“La negativa de aprobar el nuevo contrato no significa el fin de Ultra en Miami”, aseguró el equipo organizador a través de Twitter. “Esperamos celebrar el vigésimo primer festival del 29 al 31 de marzo en Bayfront Park”, anticipó.
De hecho, el comisionado Russell reiteró tener en cuenta las quejas de los vecinos respecto al uso del Bayfront Park y los inconvenientes que producen la presencia de decenas de miles de visitantes en ese sector.
Asimismo, el comisionado Manolo Reyes planteó limitar las horas del Ultra-Music Fest, que “no deben superar las 10 de la noche”, así como la cantidad de decibeles que se permitirán”, dado el alto volumen de la música que causa molestias a los vecinos de la zona.
Según el estudio realizado por el grupo independiente Washington Economics Group Inc. (WEG), el Ultra Music Festival atrae la entrada de unos 75 millones de dólares a la economía de Miami-Dade, incluyendo Miami Beach, con la facturación de hoteles, restaurantes y otros servicios, aunque no especifica cuánto es depositado en el arca de los negocios del centro de Miami.
Este año, acorde al informe de los organizadores del festival, más de 200.000 jóvenes asistieron al encuentro musical, cuya entrada rondó los 320 dólares.
“De eso precisamente trata este asunto: el estímulo que resulta para la economía de la zona, donde hoteles, restaurantes y tiendas se benefician de la asistencia de público al festival”, reclamó Wendy Kallergis, presidenta de Greater Miami and the Beaches Hotel Association.
“No nos podemos dar el lujo de suspender la continuidad de un evento que ayuda a promocionar a Miami y crea ingresos para pagar los sueldos de miles de trabajadores”, indicó Mario Sánchez, propietario de un restaurante la calle Flagler.
Voces
No obstante, vecinos de la zona aledaña a Bayfront Park se quejaron de la afluencia de público “de dudoso comportamiento, los altos decibeles de la música y la abundancia de borrachos y drogadictos” durante los tres días de festival.
Por otra parte, el padre Eduardo Álvarez, que atiende la iglesia católica Gesu, se mostró preocupado por los feligreses que no pueden llegar al templo durante el fin de semana que acontece la festividad.
“Me preocupan las personas mayores que no pueden llegar a la iglesia porque encuentran las calles cerradas, los autobuses son desviados y no pueden avanzar ni caminar más de la cuenta porque no pueden”, señaló el sacerdote.
“Nuestra iglesia provee desayuno y almuerzo a cientos de personas de bajos recursos, que tampoco vienen durante los días del festival porque no pueden llegar a la iglesia”, añadió.
Y añadió: “Ahí hay un estacionamiento público, justo detrás de la iglesia, adonde van los jóvenes a pasar toda la diversión que tuvieron en el festival. Eso no está bien”.
Fuente:DLA