(Miaminews24).-Hace exactamente 17 años, mientras el país parecía vivir un día más, dos aviones de pasajeros arremetieron contra las Torres Gemelas en Nueva York, mientras otros dos apuntaban a blancos en la capital de la nación.
En Manhattan, el país e incluso en el mundo dominó la confusión, cundió el pánico y después la incertidumbre. ¿Qué hacer para detener el horror de un enemigo que no parecía tener rostro?
El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de George W. Bush, un presidente que apenas cumplía ocho meses en la Casa Blanca, apostó por una serie de medidas extraordinarias que recrudecieron la vigilancia en aeropuertos, que más tarde impactaron en el resto del mundo.
Aquello llevó a la invasión de Afganistán, donde el grupo terrorista Al Qaeda, impulsor de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, se refugiaban bajo la mano amiga del régimen talibán que imperaba en el país asiático.
El objetivo declarado de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda para llevarlos a juicio, y derrocar el gobierno del Emirato Islámico de Afganistán gobernado por el emir mulá Omar, que a juicio de las potencias occidentales apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda.
Entonces, los Estados Unidos declaró que, como política, no se distinguiría entre organizaciones terroristas y naciones o gobiernos que les dieran refugio.
¿Desapareció la amenaza?
Casi siete años después, el 1 de mayo de 2011, Bin Laden fue capturado en un lugar de Pakistán, cercano a la frontera de Afganistán, donde se escondía tras la derrota de los talibanes, y su muerte fue anunciada a la nación y el mundo por el entonces presidente Barack Obama.
Estados Unidos celebró con júbilo el fin de Bin Laden. La gente salió a las calles en Nueva York, Washington y muchas ciudades de la nación, pero el dolor y el traumatismo de los atentando del 11 de septiembre de 2001 siguen siendo grandes en el país.
Nadie puede asegurar que el peligro ha pasado. Continúan latentes las causas que lo provocan: el extremismo islámico, las ansias de conquista del llamado Ejército Islámico y los reproches de millones que no ven con buenos ojos el aporte de los Estados Unidos al conflicto árabeisraelí.
fuente:DLA