(Miaminews24).-En cuestión de un mes, el precandidato demócrata y multimillonario de Palm Beach, Jeff Greene, ha gastado 10.2 millones de dólares. En ocho meses, Philip Levine ha dedicado de su fortuna 15 millones de dólares a inundar con mensajes los medios de comunicación.
Greene está en tercer lugar, según las últimas encuestas publicadas por POLITICO, muy cerca al exalcalde de Miami Beach, quien en un sondeo de Associated Industries of Florida, con 800 posibles votantes del Estado del Sol, está en segundo lugar, a 8 puntos de distancia de Gwen Graham, quien encabeza la encuesta (24-16).Green obtuvo 13 puntos y Andrew Gillum (alcalde de Tallahassee) 12 puntos. Chris King no logra despegar, con un 4%.
En otro sondeo, Graham y Levine están en empate técnico (28-27), pero Green marca 23 puntos.
Durante las últimas semanas Greene ha estado inundando los buzones de correo de los posibles votantes demócratas con publicidad con diferentes mensajes, que van desde educación (el es dueño de un colegio en Palm Beach) hasta el hecho de que viene de una familia con modestos recursos económicos.
Es un material impreso muy fino, con mensajes convincentes, en los que se refuerzan los temas de inmigración, economía, y el ser un precandidato que está en contra de Trump, y que ha sido capaz de increparlo en sus propios predios, en Mar-a-Lago, club del cual es socio Green.
¿Dinero gana?
“Los candidatos con mayores recursos económicos son los que ganan”, explicó Mike Hernández, analista político y estratega demócrata.
Tanto Levine como Greene han demostrado, en esta campaña para la gobernación (considerada como una de las más costosas en la historia del Estado), que el dinero es importante, pero también lo es la coalición de votantes que se logre formar.
Al respecto, Hernández cree que Gwen Graham puede ser la nominada del Partido Demócrata, “ella es reconocida por su apellido y porque es el año de la mujer”, indicó el también exdirector de comunicaciones del Condado Miami-Dade. “Ha hecho una campaña muy parecida a la de su padre [el exgobernador y ex senador de Florida Bob Graham], la de conocer a los votantes”, precisó.
Según el estratega, si fuera Greene el nominado demócrata perdería con DiSantis, el posible candidato republicano a la gobernación de Florida, quien en las últimas encuesta supera por dos dígitos a su oponente, el comisionado de agricultura Adam Putnam.
Por el momento, y con sólo un mes de campaña, el precandidato de Palm Beach ha logrado desplazar a Gillum y a King, e incluso amenazar el segundo lugar de Levine en la contienda.
Las limitaciones
Pero este candidato –que ya se presentó en 2010 a una primaria demócrata al senado federal y perdió- no podría contar con un apoyo bipartidista en una elección general y tampoco es conocido por fuera del sur de la Florida, como lo recalcó Hernández, quien cree que Graham atrae a los moderados, a las mujeres y a los conservadores.
Un punto débil de Greene es el hecho de haber sido republicano, que, de acuerdo con el estratega, se registró como demócrata “porque era más fácil la nominación por ese partido que por el republicano en Florida”.
El caso de Graham, que fue congresista federal, podría matizar el poder del dinero en las campañas políticas. La suya no ha sido de grandes inversiones publicitarias. “Es impresionante que no tenga una campaña tan vigorosa en los medios, y siga empatada con Levine”, puntualizó Hernández.
Pero el próximo 28 de agosto se sabrá en qué medida contar con recursos casi ilimitados podría decidir la primaria demócrata a favor de uno de los precandidatos multimillonarios.
Fuente :DLA