(Miaminews24).-Robert Molleda, coordinador de meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, instó a la población a «aprovechar que el trópico está calmado» para «prepararse a fondo y tener a tiempo un plan de emergencia.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) recordó este viernes la magnitud destructora de los huracanes Irma y María en 2017 para avisar a la población de la importancia de estar preparados este año, ante la posibilidad de que se repitan ciclones como esos que provocaron más de 4.000 muertos.
Robert Molleda, coordinador de meteorólogos del NHC y de la oficina de predicción meteorológica de Miami, recordó en entrevista con Efe que la temporada de huracanes en el Atlántico el año pasado fue «extremadamente activa y extremadamente peligrosa» y que «cada temporada tiene huracanes que pueden causar un daño enorme«.
Por ello, hoy que comienza oficialmente la temporada ciclónica en la cuenca atlántica, el científico instó a la población a «aprovechar que el trópico está calmado» para «prepararse a fondo y tener a tiempo un plan de emergencia».
Y es que ni siquiera es necesario la embestida de un huracán de categoría 4 o 5 (las máximas en la escala de intensidad Saffir-Simpson) para encontrarnos ante un paisaje de muerte y destrucción.
Si el feroz Irma arrasó en septiembre pasado las islas del Caribe como categoría 5 y barrió luego de sur a norte el estado sureño del Florida, donde dejó al menos 77 muertos directos y millares de damnificados, María se ensañó con Puerto Rico: la devastación fue generalizada.
Hasta el punto que un reciente estudio de la Universidad de Harvard cifra en 4.645 los muertos en la conocida como Isla del Encanto, muy superior a los 65 muertos reconocidos oficialmente.
En este sentido, el meteorólogo del Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EEUU (NOAA) recordó que la «mayor parte de las muertes causadas por un huracán se producen en accidentes previos al impacto del sistema» y, sobre todo, «después de su paso, en el período de recuperación».
Tras el azote del huracán de categoría 4 María, y de forma indirecta debido a la caída del sistema eléctrico y otros factores, «hay heridos y fallecidos, y eso fue lo que pasó en Puerto Rico en septiembre pasado», apuntó Molleda.
Algo similar sucedió en el sur de Florida con la muerte de diez ancianos en un asilo de la localidad de Hollywood tras el paso de Irma, en un caso relacionado con la pérdida de electricidad en las instalaciones.
Las lecciones de Irma y María son muchas y debemos aprender de ellas, agregó el experto, quien incidió en la necesidad de hacer acopio de agua, alimentos enlatados, baterías y linternas.
Un huracán de categoría 4, con vientos de 130 o 140 millas por horas (209-225 km/h) puede causar estragos y daños «catastróficos» como sucedió con María en Puerto Rico, un «ejemplo trágico de lo que puede pasar con esos huracanes», alertó.
Los expertos de la NOAA y el NHC prevén este año una temporada de huracanes con una actividad «cerca» o «por encima» del promedio, con entre 5 y 9 huracanes, de los cuales entre 1 y 4 serían de categoría mayor.
De cara a esta temporada ciclónica en el Atlántico, que afecta durante seis meses a Estados Unidos, el Caribe y México, se vaticina un 75% de posibilidades de que sea «cerca o más activa de lo normal» y la formación de 10 a 16 tormentas tropicales.
Pero se trata, hizo hincapié el coordinador meteorológico del NHC, de una «predicción general, amplia, no específica», que debe recordarnos vivamente la importancia de «no esperar hasta el último momento para prepararnos».
«El tiempo para prepararse es ahora. No esperemos a que la amenaza de una tormenta esté encima de nosotros» para reaccionar, sentenció.
Por su parte, la Guardia Costera de EEUU exhortó a los marineros y propietarios de embarcaciones a que extremen las precauciones durante la temporada ciclónica, que concluye el 30 de noviembre, cuyo picos se registran entre mediados de agosto y finales de octubre.
«Es de una importancia vital tener un plan ante huracanes para uno y su familia y contar con un ‘kit’ de emergencia que incluya artículos como linternas, radio, baterías y agua, además de poner «atención extrema al estado del tiempo en la costa y el mar», advirtió la Guardia Costera.
Fuente:DlA