(Miaminews24).- Pocas cosas le hacen faltan a Asdrúbal Cabrera para dar testimonio de su buen momento ofensivo con los Mets de Nueva York; en lo que va de 2018. El segunda base sumó el martes su segundo juego de más de un cuadrangular y ahora colecciona ocho fechas de este tipo en su carrera, de altos y bajos, y que hoy hace una de sus mejores cumbres.
Nadie en Queens tiene mejores números que el veterano camarero. Ni en promedio (.315), tampoco en jonrones (10), y menos en empujadas (34). En los departamentos de hits (64), dobles (15), anotadas (30), también el ex campocorto es primero.
Cabrera, con sus ocho jornadas de par de bambinazos, ascendió al puesto diez entre los nativos con este tipo de registros en las Grandes Ligas, igualado con Rougned Odor y Omar Infante. Miguel Cabrera es el máximo multi-jonronero del grupo (39 juegos de al menos dos vuelacercas).
El anzoatiguense, que va embalado a su tercera convocatoria el Juego de Estrellas de la presente temporada, después de cinco años ausente, ya se había ido dos veces para la calle el pasado 10 de abril contra los Marlins en Miami, superando así sus ocasiones de la zafra anterior, donde apenas tuvo un duplicado.
En sus totales nunca ha superado los dos bambinazos en un mismo día, pero su ritmo actual hace pensar en una nueva conquista en sus registros individuales.
Con su dúo de cohetes en la mencionada fecha, el primero a 402 pies de profundidad al jardín derecho contra su paisano Aníbal Sánchez, según lo proyectado por Statcast™, y el segundo ante Matt Winsler, Cabrera quedó a solo cincuenta incogibles de los 1.500 de por vida.
Todo tiene un por qué. Las estadísticas tradicionales mejoradas de Cabrera coinciden con las mejoradas avanzadas de su propia línea en la actualidad. El intermedista está golpeando la pelota con más fuerza y con mayor frecuencia, lo cual ha reducido su porcentaje de roletazos (43.5 por ciento la temporada pasada a 37.1 por ciento esta temporada) y más swines de línea (20.4 por ciento a 25.9 por ciento), para probar su solvente contacto ante todos.
El coach de bateo de los neoyorquinos, Pat Roessler, dijo que el venezolano está haciendo un mejor trabajo con su mecánica de swing apegado a un enfoque concreto.
“Realmente tiene un plan definitivo cuando va al plato, sabe lo que quiere hacer”, dijo Roessler. “¿Qué lugar, qué quiere hacer con lanzamientos? Él está buscando en ciertas áreas, y lo hace muy bien”.
Con información de LED.
Miaminews24.