(Miaminews24).- Desde la cárcel de Miami donde se encuentra encerrado desde el 12 de junio de 2017, el expresidente Ricardo Martinelli escribió una carta en la que se declara “perseguido político”, “mártir” y víctima de una “vendetta”, y revela cómo durante su mandato de cinco años (2009-2014) sirvió a los intereses de Estados Unidos “al 100%”.
La nota tiene fecha del pasado 14 de mayo, 10 días antes de que ordenara a sus abogados desistir de los recursos legales que había presentado en tribunales estadounidenses para evitar ser extraditado.
En la carta de cuatro páginas, dirigida “al gobierno y al pueblo de Estados Unidos”, Martinelli hace un recuento de algunos “eventos” que marcaron su gobierno, y que ahora dice respondían a “intereses estadounidenses”. Algunos de estos favores ya fueron planteados en las audiencias realizadas en Miami por el tema de su extradición.
El barco y la amenaza
En la nota, Martinelli confiesa que recibió instrucciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) para interrumpir el tránsito por el Canal del buque norcoreano Chong Chon Gang, el 10 de julio de 2013. Después se descubrió que el barco, que procedía de Cuba, llevaba armamento escondido bajo toneladas de azúcar.
“No pestañee… Personalmente revisé el barco y encontré armas, misiles, planos y radares que violaban el embargo impuesto por Naciones Unidas”, contó.
Narró también que a raíz de ese incidente el entonces presidente de Cuba, Raúl Castro, lo llamó para amenazarlo.
Lo ocurrido al Chong Chon Gang le dio la vuelta al mundo, porque el propio Martinelli se encargó de publicitar la aprehensión del buque. El entonces presidente encaramó a fotógrafos y reporteros de los medios de comunicación y agencias de noticias, para que retrataran al armamento cubano: partes de aviones Mig-21, lanzaderas antimisiles y vehículos militares, junto a sacos de azúcar.
Su tripulación fue detenida durante varios meses y después de un largo proceso legal, reclamos y gestiones diplomáticas, el barco finalmente cruzó el Canal y dejó Panamá en mayo de 2014. El azúcar se quedó en unas bodegas en Coclé.
El exmandatario añadió que el presidente de Estados Unidos, en ese entonces Barack Obama, envió a su vicepresidente, Joe Biden, y al secretario de Estado -a la sazón, John Kerry-, para agradecerle personalmente por esta hazaña y tranquilizarlo por las amenazas de Raúl Castro. De paso, -siempre según él- le dijeron que en el evento de que necesitara ir a su país, “podría hacerlo sin miedo”.
Biden estuvo en Panamá el 18 de noviembre de 2013. Kerry también vino, pero para la toma de posesión de Juan Carlos Varela, el 1 de julio de 2014 y no hay constancia de que se reuniera con Martinelli, quien -de paso- ese día viajó a Guatemala para juramentarse como diputado del Parlacen.
Pero lo de Biden y Kerry no sería la única vez en que -presuntamente- Estados Unidos extendió su apoyo personal a Martinelli. Según este, también sucedió en un almuerzo en Langley, sede de la CIA, donde se le informó que podía ir a Estados Unidos “si alguna vez necesitaba protección de Varela y de otros gobiernos”.
En ese almuerzo -conforme a la versión de Martinelli- estaban José Raúl Mulino y Julio Moltó, que fungieron como ministro de Seguridad y jefe de la Policía, respectivamente, en su gobierno.
El imán y el favor
Martinelli dijo además que apoyó los intereses de Estados Unidos cuando se inició el proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Añadió que en otra ocasión la CIA lo llamó para rescatar al jefe de la misión en Milán, Italia, “que estaba siendo condenado por asesinar a varios terroristas islámicos en Italia”.
Aunque no lo menciona por su nombre, se trataría del agente Robert Seldon Lady, quien en julio de 2013 fue retenido en la frontera con Costa Rica y enviado a Panamá, donde fue detenido en atención a una alerta roja de Interpol solicitada por Italia. En ese país, Seldon Lady fue condenado en ausencia por el secuestro y tortura del imán Hassan Mustafa Osama Nasr, conocido como Abu Omar. Seldon Lady recibió la condena más dura por este caso: nueve años.
“Siendo un ciudadano italiano me llamó el embajador italiano y otras autoridades que me amenazaron e hicieron énfasis en que yo enfrentaba serias consecuencias por impedir que las autoridades italianas capturaran a un fugitivo de los más buscados”, contó el exgobernante.
Pese a la alerta de Interpol y a la solicitud de Amnistía Internacional de que entregara al exagente a Italia, Seldon Lady fue liberado. Las autoridades panameñas nunca confirmaron estos hechos, pese a que Italia se quejó públicamente por el desenlace.
“Nuestra solicitud [de extradición] no fue tomada en consideración y esto sin explicaciones plausibles”, dijo el 20 de julio de 2013 la ministra de Justicia de Italia, Anna María Cancellieri.
Martinelli también mencionó el programa espía Matador que, según contó, proveía información “sumamente útil de objetivos tanto locales como internacionales a través de medios legales y otros”.
Es oportuno recordar que en 2010, cuando Wikileaks divulgó cables diplomáticos de Estados Unidos, se conoció que Martinelli solicitó ayuda a la embajada estadounidense para realizar espionajes políticos.
El entonces presidente amenazó a la embajadora Barbara Stephenson con cancelar el programa Matador, si Estados Unidos no cedía a sus pretensiones.
Precisamente, Martinelli enfrenta un proceso de extradición en Estados Unidos, por la interceptación de comunicaciones no autorizadas a través del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), en los dos últimos años de su mandato.
Los radares y Hizbulá
El sistema de radares que su gobierno pretendía instalar para contrarrestar el tráfico de droga también fue mencionado en la nota.
“Sin embargo, la administración de [Juan Carlos] Varela canceló el proyecto alegando que era corrupto. Se hicieron las investigaciones y no se encontró nada que comprobara esas acusaciones”. La compra de radares por $125 millones a Selex, filial del conglomerado Finmeccanica, es uno de los mayores escándalos de corrupción investigados.
Supuestamente, esos radares estarían conectados con el Comando Sur.
El expresidente también recordó que en Naciones Unidas, Panamá votó “100%” con Israel, y que por esa razón fue declarado “persona non grata” por organizaciones árabes, entre ellas Hizbulá, que tiene “gran presencia en Panamá”.
La ‘vendetta’
El exmandatario insiste en que es víctima de una vendetta orquestada por Varela para acabar con su carrera política, que -advierte- “está lejos de terminar”.
Asegura, sin aportar pruebas, que Varela pidió ayuda a Estados Unidos para capturarlo.
Aunque la extradición de Martinelli fue gestionada por la Cancillería, responde estrictamente a una petición de la Corte Suprema de Justicia, que lleva la investigación por el espionaje a través del CSN. Martinelli también dice en su nota que cuando el proceso de extradición empezó, la Corte lo investigaba por 23 casos “motivados políticamente” y que solo quedan cuatro -otra afirmación que no es cierta-.
En la Corte hay, al menos, nueve causas abiertas en las que se investiga al exgobernante por la supuesta comisión de distintos delitos. En abril pasado, por ejemplo, ese tribunal negó la prescripción del caso por la supuesta usurpación de tierras en Bahía Honda.
Contradicciones
Para el abogado Francisco Pérez Carreira, experto en derecho internacional, la carta de Martinelli es “contradictoria”.
“Si su preocupación es de que en Panamá le van a hacer todas las cosas que él espera del actual gobierno, lo más lógico es que concluya diciendo que no lo manden… pero al final de la carta pide que lo extraditen rápido”. Advierte que la nota revela interioridades que no le hacen bien al país.
Con información de LP.
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