(Miaminews24).- Correr a los 43 años de edad en el llamado mayor espectáculo sobre la tierra debió haber sido el hecho más impactante en su décima participación en las 500 Millas de Indianápolis, que se disputará el domingo (TV: ABC. Hora: 12 p.m.). No es así, sin embargo.
El hecho más relevante será el casco que usará el piloto español-catalán Oriol Servia en la prueba cumbre de la Serie IndyCar. «El casco es como tu cara para los aficionados, porque eso es lo que ellos ven», afirmó Servia.
«Y es algo de lo que todos los pilotos se sienten orgullosos, la mayoría lo ha usado desde los go-karts. Y desde muy niño siempre he puesto en mis cascos lo que he querido».
Esta vez, sin embargo, Servia diseñó en su casco, que será visto por más de 300,000 aficionados en el Autódromo de Indianápolis y millones por la televisión, un collage que ha causado controversia y ha desatado furiosos comentarios en las redes sociales. Servia nació en Pals, un pequeño poblado de Cataluña, a solo 10 minutos de Figueres, donde vio la luz el gran Salvador Dalí.
El hecho de que el artista, con los bigotes más reconocidos del mundo y el rostro alucinado, aparezca en el diseño del casco que lucirá Servia el domingo no fue motivo de irritación. Las sospechas empezaron con los colores amarillo y rojo del casco, que son los mismos de la bandera de Cataluña. Lo que sí encendió las alarmas fue el lazo amarillo que aparece en la parte de atrás del casco que usará Servia en Indianápolis. Ese lazo, que también lució el entrenador catalán Pep Guardiola en los partidos de su equipo Manchester City, es el símbolo de la protesta por los supuestos presos políticos a raíz de la lucha que encaran menos de la mitad de los catalanes por independizarse de España. Servia no quiere meterse en honduras.
Solo quiere ganar en Indianápolis, y por eso en Miami el martes pasado en el #Indy500MediaTour -la gira de promoción por todo el país de los participantes en la carrera- zanjó el asunto muy rápidamente.
«Mi corazón de catalán está muy triste por todo lo que está pasando en mi tierra», dijo Servia a el Nuevo Herald. «Eso es malo para todos, es muy triste, pero no quiero hablar más de eso». Ese casco que tanto escozor ha causado multiplicaría por millones su atención en el mundo si es que Servia redondea una gran faena el domingo. «Ya me toca ganar, después de nueve participaciónes en las 500 Millas de Indianápolis», expresó Servia.
«Me siento con la misma ilusión que la primera vez que corrí ahí. Yo he tenido la miel en los labios. liderando 20 vueltas, he llegado en cuarto lugar y ahora solo me falta triunfar». Ingeniero mecánico de profesión, Servia vivió 10 años en Miami y luego se mudó a Los Angeles, donde en la actualidad es director técnico y comercial de Dragon Racing.
Eso no le impidió firmar para correr la Indy500 con el Honda del equipo Rahal Letterman Lanigan Racing. «Siempre me va bien en las carreras largas porque tengo la paciencia para enfrentar a los pilotos que salen con demasiada agresividad», comentó Servia.
«En la Indy500 uno no sabe lo que va a pasar hasta las últimas 20 vueltas de las 200 que se corren. Cualquier cosa puede ocurrir, de los últimos puestos uno puede saltar hasta los lugares de vanguardia. Hay que mantener la cabeza fresca».
En la 102 edición de la Indy500 estarán en la línea de partida 33 pilotos. Servia partirá desde la última fila, lo cual disminuye sus posibilidades pero no su entusiasmo. «De los 33 pilotos que estaremos en la largada, ninguno cree que no puede ganar», comentó Servia. «Todos pisaremos el acelerador con la convicción en la victoria. Se pueden dar muchas circunstancias y la carrera esta abierta para todos».
Con información de ENH.
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