(Miaminews24).- Nikolas Cruz, el autor de la masacre en la escuela secundaria Marjorie Stoneman Douglas, en Parkland, Florida, se grabó tres veces con su teléfono celular mientras realizaba el ataque, de acuerdo con evidencias entregadas este lunes a sus abogados.
Según el Orlando Sentinel, Cruz hizo tres grabaciones de video de él mismo en su teléfono celular que se incluyeron entre las evidencias entregadas a sus abogados por los fiscales del caso.
A principios de mayo, la defensa había exigido que le fuera entregada una parte de las evidencias que los fiscales pretenden utilizar al enjuiciar a Cruz, de 19 años, por el asesinato de 17 personas en la escuela de Parkland y lesionar a otras 17.
Este lunes se publicó en el sitio web del Secretario de los Tribunales el resumen de la evidencia puesta a disposición de la defensa el viernes y donde se incluyen los tres videos.
No está claro cuándo Cruz grabó los videos, advierte el Sentinel y recuerda que Cruz fue arrestado más de una hora después de que se detuvo el tiroteo.
El propio medio aclara que la Oficina del Defensor Público, que representa a Cruz, no hizo ningún comentario al respecto este lunes.
Los abogados de la defensa, deliberadamente, decidieron no solicitar la información más delicada del caso, incluidos los informes de autopsias, fotos de la escena del crimen, imágenes de vigilancia desde el interior de la escuela y el metraje de la cámara del cuerpo usado por los trabajadores de emergencias que respondieron a la escena.
Según el medio, los abogados defensores podrán revisar, además, la ropa, la mochila y la caja de fusil usados por Cruz; la confesión registrada del autor de los disparos; los registros de teléfonos celulares; los informes del laboratorio criminal; los registros de salud mental, el expediente educativo y las historias de búsqueda en Internet.
Nikolas Cruz enfrenta la pena de muerte si es declarado culpable.
Sus abogados han ofrecido en repetidas ocasiones que se declare culpable a cambio de cadena perpetua, argumentando que evitaría que las familias de las víctimas sufrieran el espectáculo de un juicio y un largo y automático proceso de apelación.
Fuente: DLA