(Miaminews24).- Ileana Ros-Lehtinen, nacida en Cuba en 1952, fue la primera mujer hispana en llegar al Congreso en Washington, en ese entonces una especie de club exclusivo de hombres. “Ellos me veían como ‘ah, mira, una cubanita, qué cosa es’, no había cubanos allá, tenían la mentalidad del machismo, y se preguntaban cómo era posible que hubieran elegido para ese escaño a una mujer cubana.”
Después de tantas elecciones y reelecciones, a Ros-Lehtinen le quedó claro que, al final, haitianos, cubanos, venezolanos, nicaragüenses, salvadoreños, colombianos o estadounidenses de varias generaciones, buscan lo mismo: “Mejores escuelas, menos delitos, estabilidad en los vecindarios”.
El distrito de entonces, al que representó en el Congreso federal por primera vez, en 1989, comprendía Liberty City, Overtown y buena parte del Gran Miami. “En mis 29 años he representado cada esquina de este condado Miami-Dade, porque los distritos electorales han cambiado varias veces”.
En su paso por la Cámara tuvo el honor, como ella misma lo califica, de ser la presidenta del poderoso Comité de Relaciones Exteriores. En cierta forma esa posición representaba la culminación de su motivación original de dar el enorme y riesgoso salto de Tallahassee a Washington.
“Para mí lo importante de ir al Congreso en Washington eran los asuntos internacionales, porque Dexter [Lehtinen, su esposo] y yo estuvimos en la Cámara estatal, después en el Senado de la Florida, pero estaba el tema de Cuba, la libertad y derechos humanos, asuntos que no podía abordar en Tallahassee”, indicó Ros-Lehtinen.
La congresista Recibió a Diario las Americas en su despacho de South Miami con pastelitos y un café cubano que ya es leyenda en Washington. “La persona que ocupe este puesto tendrá que seguir esa tradición”, dijo esta mujer dueña de una gran energía, que no parece que estuviera a punto de retirarse de la vida política, hecho que desató este año una intensa lucha por el distrito 27, con 13 precandidatos que medirán sus fuerzas en las primarias del próximo 28 de agosto.
Los dos finalistas que salgan de esa contienda inicial, demócrata y republicano, se enfrentarán en la elección general de noviembre. Quien gane ocupará no sólo el escaño que deja vació Ros Lehtinen, sino su silla en la oficina de Miami y en Washington D.C.
-¿Ve a una mujer sentada en esa silla?
No creo que los candidatos tengan una ventaja por el hecho de ser hombres o mujeres. Lo que importa es la filosofía, la plataforma para este distrito. Tenemos candidatos excelentes, nueve republicanos y cuatro demócratas, porque el huracán Donna [Shalala] ha aplastado a muchos. El que gane será el mejor candidato y le dará una tremenda contienda al que sea el ganador de la primaria demócrata.
-Deja el Congreso con una serie de asuntos pendientes, como Venezuela, Nicaragua, el Obamacare…
…Y también inmigración, tiene que ver mucho con los asuntos domésticos de Venezuela, Nicaragua y Cuba. Lo que está ocurriendo en esos países para nosotros son temas locales. La tarea no la he terminado. Todas las semanas hablo de ellos porque me preocupa mucho Latinoamérica. Yo siempre les digo a mis colegas: Si ayudan a esas naciones no van a tener estos problemas de inmigración. Como exmaestra de la Florida no me voy a dar una A por terminar la tarea. No hemos visto el resultado positivo de muchos temas. Cuba no es libre, tampoco es que pensáramos en la liberación de Cuba desde Washington. Con Venezuela, felicito al presidente Trump porque ha sancionado a muchos de estos delincuentes de Maduro. Antes de irme, quiero que se apruebe el Nica Act, que le va a negar fondos internacionales a Daniel Ortega si no hay elecciones libres, transparentes, justas y respeto por los derechos humanos. El presidente Trump y el consejero en seguridad nacional John Bolton nos están ayudando. Quisiera también resolver el tema de los dreamers.