(Miaminews24).- Serena Escamilla, una joven de 27 años, está acusada por el Departamento de Policía de Corpus Christi de presuntamente haber matado a balazos a su madre Esperanza Plazola, de 45 años, en medio de una disputa familiar el martes primero de mayo en esa ciudad del Golfo de México en el sureste de Texas.
El día del incidente, según los registros públicos del condado de Nueces consultados por MundoHispánico, unos patrulleros del CCPD atendieron una llamada que alertaba de unos disturbios por disparos de arma de fuego en una casa ubicada en el 200 Blevins Street, muy cerca del colegio comunitario Del Mar College East Campus.
Cuando los policías entraron en la casa encontraron a una mujer, después identificada como Esperanza Plazola o Esperanza Escamilla, su nombre de casada, tendida en una cama del dormitorio al frente de la casa herida de gravedad por un balazo en el pecho.
El reporte del incidente que hizo la policía de Corpus Christi detalla que en el piso del cuarto, junto a la cama, había una chica joven también herida de gravedad con un balazo en la parte baja del abdomen.
Las dos mujeres fueron llevadas de emergencia al Christus Spohn Hospital Shoreline . Esperanza Plazola murió horas después. Serena Escamilla se quedó en el hospital en calidad de víctima mientras se investigaba el incidente.
Sin embargo, un hombre que se había mudado días antes al domicilio en 200 Blevins Street, se acercó a la policía para contar lo que vio el día en que sucedieron los hechos.
El testigo, quien no está identificado en los documentos, explicó a las autoridades que el día del incidente Serena Escamilla lo obligó a irse de la casa armada de una pistola. El hombre estaba yéndose del lugar cuando escuchó dos tiros desde el interior de la vivienda. Presuntamente las dos mujeres forcejeaban por el arma. El testigo se llevó la pistola pero luego se la entregó a las autoridades.
La declaración del testigo, y las pruebas periciales hechas a Serena Escamilla llevaron a la policía a presentar cargos formales el lunes seis de mayo por homicidio en contra de su madre. La muchacha fue llevada del hospital a la cárcel del condado de Nueces.
No es la primera vez que Serena Escamilla pisa la cárcel de ese condado en la ciudad turística de Corpus Christi.
En octubre de 2016 la División de Narcóticos de montó una operación de vigilancia durante semanas en un departamento ubicado en el 3800 Caravelle Parkway, muy cerca de la Carroll High School, desde donde supuestamente se vendían diversas drogas.
Luego de tener el departamento vigilado un juez les concedió a los policías antinarcóticos una orden de cateo para entrar en la casa. La orden se cumplió en la noche del viernes 21 de octubre de aquel año.
Cuando los detectives encubiertos entraron a la casa encontraron 18 libras de marihuana sintética, dos libras de marihuana natural, cinco gramos de metanfetamina y poco más de medio gramo de cocaína.
En la casa también había 7,257 dólares en efectivo, presuntamente producto de la venta de drogas, cinco rifles de asalto semiautomáticos, dos escopetas, nueve pistolas de diversos calibres, cientos de municiones para las armas y dos chalecos antibalas.
Entre las personas detenidas en ese lugar con las armas, la droga y el dinero estaba Escamilla, entonces de 25 años, quien enfrentó cargos de posesión con la intención de venta de sustancias controladas, un cargo que se penaliza en Texas con 5 a 99 años de cárcel. Escamilla fue encontrada culpable y, al momento del asesinato de su madre, estaba bajo supervisión de probatoria en libertad condicional por el condado de Nueces.
Fuera de Escamilla, en aquella operación de presunto tráfico de drogas, también fueron detenidos Longino García-Castillo, de 26 años; Mary Beth Zamora, de 26 años; Isaiah Martínez y una chica de 17 años también de apellido Escamilla pero por haber sido menor de edad en ese entonces no se puede divulgar su nombre.
Escamilla está a la espera de tener su primera audiencia en corte por el caso del presunto asesinato de su madre Esperanza Plazola.