(Miaminews24).- El senador de Florida Marco Rubio viajó a Costa Rica para discutir la crisis venezolana con el gobernante de ese país, Luis Guillermo Solís, y el presidente electo, Carlos Alvarado, en el marco de las acciones que adelanta con los aliados de EEUU en Latinoamérica para ayudar a restaurar la democracia en Venezuela.
«Costa Rica es un importante líder regional en Centroamérica y un gran aliado de los Estados Unidos. Me complació viajar a San José y reunirme con el presidente Solís y el presidente electo Alvarado para agradecerles por su liderazgo en el Grupo de Lima. Es vital que continuemos trabajando con nuestros aliados en la región para ayudar a restaurar la democracia en Venezuela», informó el legislador republicano de origen cubano.
Rubio, presidente del Subcomité del Hemisferio Occidental, Delincuencia Transnacional, Seguridad Civil, Democracia, Derechos Humanos y Asuntos Mundiales de la Mujer del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, también sostuvo un encuentro con la embajadora de EEUU en Costa Rica, Sharon Day.
En abril pasado, Rubio detalló en el Congreso estadounidense las acciones que Estados Unidos y sus aliados deben emprender para acelerar lo que llamó el surgimiento de una Venezuela post-Maduro.
La principal medida, dijo en esa ocasión, es seguir aumentando la presión multilateral sobre el régimen de Nicolás Maduro coordinando sanciones que afecten a “los individuos criminales del régimen, que apunten a estos narcotraficantes, a las personas que están traficando con la comida y controlando la distribución de alimentos para sus propios fines”.
Esas sanciones, enfatizó, deben apuntalar también hacia las compañías ficticias que los funcionarios corruptos usan para ganar, almacenar y ocultar su dinero.
“Si todas estas naciones hicieran eso, abarcando el sector financiero de Estados Unidos, el sector bancario brasileño, colombiano y panameño, que sería crítico en esto, presionaría cada vez más a ese régimen y a los partidarios de Maduro.
El objetivo es maximizar el dolor que sienten estos funcionarios gubernamentales corruptos, opresivos e ilegítimos”, dijo Rubio. El segundo aspecto a tomar en consideración es la crisis humanitaria, indicó el legislador, quien detalló que entre tres y cuatro millones de venezolanos han huido de su país para escapar del hambre, las privaciones y la violencia.
Se mostró esperanzado en que el Grupo de Lima y EEUU puedan abrir un corredor humanitario que permita la entrada de alimentos y medicinas a Venezuela que pudieran ser distribuidos por una organización no gubernamental.
“La tercera cosa que debemos hacer como parte de este plan es prepararnos para ayudar a reconstruir la Venezuela libre y democrática después de que Maduro abandone el poder”, dijo.