(Miaminews24).- En un brutal ataque en Longwood, en la costa este de Florida, un oso destruyó la malla que rodeaba una piscina, agarró a una perrita de 15 años y la destrozó ante la mirada aterrada de la propietaria del animalito que tuvo que correr para entrar en su casa.
El ataque de Maggie, de raza poodle, sucedió el martes en The Estates at Springs Landing, en Longwood. El ataque no fue provocado, según las autoridades.
El hecho ocurrió dos días después de que otra persona, Rick Mann, se encontró con una osa y sus dos oseznos en el garaje de su casa. La Comisión de Pesca y Conservación de Vida Silvestre de la Florida (FWC) sospecha que se trata del mismo animal.
Mann contó al canal WFTV9 local que cuando su perro Reese, un maltés yorki de cinco años, le ladró al oso, este lo atacó en dos ocasiones.
“Cuando regresó por segunda vez, agarré todo lo que pude. Había una aspiradora allí. Empecé a agitarla [frente al oso]”, dijo.
Reese tuvo que ser sometido a cinco horas de cirugía a causa de las heridas.
“Tiene siete heridas punzantes, el hígado y un riñón lesionado, numerosas laceraciones”, dijo Roxane Mann, esposa Mann. «Pero está siendo fuerte”.
La mujer dijo que el oso abrió la nevera en el garaje y agarró la comida que contenía, sin mostrar ningún temor a los humanos.
“El hecho de que ella [la osa] estaba empezando a abandonar el garaje y luego volvió a atacar por segunda vez es algo muy poco común para un oso”, dijo Rick Mann.
El veterinario que ha estado tratando a Reese ha recaudado más de $1,000 en donaciones para ayudar a pagar las facturas médicas.
La FWC, que ha puesto trampas en la zona, dijo que los residentes del área deben mantener cerradas las puertas de su garaje, no dejar comida afuera y mantener a los perros con una correa.
Fuente: Sonia Osorio/ El Nuevo Herald