(Miaminews24).- La pequeña Eliana Grace, de cuatro años, jugaba el sábado 14 de abril en la piscina de la casa de sus abuelos en Sarasota a soplar agua por un flotador alargado (pool nooddle) cuando otro niño sopló al mismo tiempo por el otro extremo, provocando que el agua saliera disparada a la garganta de la niña.
Lo que parecía ser una tarde de diversión terminó convirtiéndose en una pesadilla que casi termina en una tragedia para una familia de Florida.
La pequeña vomitó de inmediato, pero no presentó ningún otro síntoma. «Treinta minutos después, estaba totalmente bien: jugando, comiendo. Al día siguiente también», contó su madre, Lacey Grace, en su perfil de Facebook.
Tras inhalar agua en una piscina casi muere
Sin embargo, de lunes a miércoles la niña tuvo fiebre. «Recordé que el año pasado había leído una historia de un papá en Texas cuyo hijo falleció porque no fue tratado después de inhalar agua de piscina. No iba a dejar que esa fuera Elianna», dijo Grace.
El miércoles en la tarde cuando la llevaron al hospital ya su respiración era lenta y su piel se estaba poniendo morada. «Los rayos X reflejaron inflamación e infección causados por químicos de la piscina» y ahogamiento secundario.
La menor estuvo hospitalizada hasta principios de esta semana por neumonía por aspiración, mientras lograban que su nivel de oxigenación se estabilizara y pudiera respirar por sí sola.
«Me pregunto si la hubiera llevado el lunes a urgencias, ¿estaría mejor? Pero también me pregunto qué habría pasado si hubiera esperado más tiempo. Es aterrador.
Si su hijo inhala agua, y algo parece no funcionar bien, lo aliento a que pida ayuda de inmediato», añadió Grace
Elianna regresó esta semana a su casa y sus padres abrieron una campaña de recolección de dinero en GoFundMe para cubrir los costos de la hospitalización y seguir su tratamiento desde el hogar.
Por: Catalina Ruiz Parra
Fuente: El Nuevo Herald
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