(Miaminews24).- En cualquiera otro equipo, Jarlin García sería ahora mismo el personaje más caliente. Con una sonrisa a prueba de balas y los números para acompañarlo, el dominicano se habría convertido en una gran historia, una de esas que lo hacen sentir bien a uno con la humanidad.
Pero García está en Miami y con estos Marlins, de modo que sus heroicidades pasan a un segundo plano por una combinación nefasta de geografía, realidad y circunstancias. No hay nada peor que un talento apenas notado, como el de este chico que una vez más lanzó para ganar y se fue sin la victoria.
Que los peces hayan caído el lunes en la madrugada 2-1 contra los Dodgers no debe asombrar a nadie, aunque eso no deba nublar lo que está logrando García desde que entrara en la rotación del equipo.
Cometió un solo error el dominicano: un cuadrangular a Kike Hernández en la cuarta, pero un error parece ser demasiado para una ofensiva que produce poco y de manera intermitente. Los números no mienten.
De los 15 equipos en la Liga Nacional los Marlins se ubican: 12dos en promedio, 13ros en porcentaje de embasados, 14tos en jonrones, 15tos en bases robadas, 13ros en anotadas y 15tos en porcentaje de slugging.
¿Traducción de estas cifras? Ni García ni ninguno de los abridores del equipo reciben un apoyo ofensivo decente para trabajar con un razonable y aceptable margen de error. Sencillamente, no pueden equivocarse.
Y estamos hablando de un chico que en 17 entradas como abridor solo ha permitido cinco imparables, con un promedio de carreras limpias de 1.00. Impresionante para alguien de quien no se esperaba mucho más que actuaciones dignas desde el bullpen.
Pero la actuación de García se magnifica más cuando se compara con el resto de un cuerpo de lanzadores en apuros y que se encuentra, al igual que la ofensiva, entre los peores en la mayoría de los departamentos del pitcheo en el viejo circuito.
Una vez más los números no mienten, porque los Marlins se ubican: 15tos en efectividad, 14tos en boletos regalados, 14tos en promedio de bateo permitido, 14tos en cuadrangulares aceptados, 15tos en efectividad de la rotación y 14tos en efectividad del bullpen.
Que en medio de esta mediocridad se haya levantado tanto la estrella de García habla a las claras del deseo de triunfo de este muchacho que llegó como un desconocido al Dodger Stadium mientras que su oponente, Walker Buehler se robaba los reflectores.
Considerado el 14to mejor prospecto de las Grandes Ligas y el número uno de Los Angeles, Buehler lució como lo pregonaron, con una recta sostenida de 98 millas y un cambio a 87 -velocidades de miedo- y también mereció irse con el triunfo. Su promesa es enorme e innegable.
Solo que Buehler y todos los lanzadores de los Dodgers sí trabajan con un margen de error algo más holgado, un lujo que para los de Miami por estos días resulta imposible.
Con información de ENH.
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