(Miaminews24).- Más allá de lo que ocurre en un campo de fútbol, el deporte rey se puede ver desde numerosos planos y más en manos de la veintena de artistas que aprovechan su alcance global para abordar temas sociales en la muestra que esta semana abre el Museo de Arte Pérez de Miami (PAMM).
«El fútbol, deporte de todos, y el arte contemporáneo» unirá desde el 13 de abril hasta el 2 de septiembre el «lenguaje universal» que supone este juego con sus intrínsecas implicaciones sociales, explicó este martes el director del PAMM, Franklin Sirmans, durante una presentación ante la prensa.
Por ello, programaron esta muestra de medio centenar de pinturas, esculturas, fotografías y videocreaciones en coincidencia con la celebración del Mundial de Rusia para poder generar así debates sobre «grandes ideas».
Una de ellas, apuntó Sirmans, es la sensación de comunión que los miles espectadores de un partido de fútbol viven esos 90 minutos, momento que «difícilmente» se puede encontrar en otro contexto.
Ese es el objetivo del estadounidense Stephen Dean y su obra «Volta», un vídeo con apuntes de documental sociológico que abre la muestra y adentra al visitante en el clímax que viven los espectadores del partido.
El vídeo, grabado en las gradas de estadios brasileños entre 2002 y 2003, se proyecta en una pequeña sala completamente cubierta con las coloridas telas propias de las banderas que transmiten la sensación de orgullo de estar junto a cientos de personas unidas por el amor a unos colores y el sentimiento de masa.
Porque, como explicó a Efe Tobias Ostrander, comisario en jefe de PAMM, el fútbol supone un «momento de colectividad», ya sea nacional o cultural, en el que se unen tanto la pasión por el deporte como los conflictos y rivalidades entre países que esconde.
Buen ejemplo de la «tensión» política y nacional que puede reflejar el deporte es la obra «Las reglas del juego», del mexicano Gustavo Artigas, que en un vídeo pone a jugar al mismo tiempo y en una mismo campo en Tijuana (México) un partido de fútbol y uno de baloncesto.
«Es una obra que habla de las problemáticas de la frontera entre Estados Unidos y México, un símbolo de dos países jugando a sus propios deportes en una manera de coexistencia», aunque no deja de ser confusa y «caótica», explica Ostrander.
Y es que, en su opinión, el fútbol permite hablar con la gente sobre algo popular de una manera «estética y crítica» y el público que llegue a la muestra lo hará por su amor a este deporte pero a la vez va a «entrar en diálogos» incómodos.
La homosexualidad es el tema que abordan tres obras del costarricense Roberto Guerrero, que apuesta por los brillos y las lentejuelas en unas botas o un ficticio reportaje en una revista deportiva sobre la «gracia y delicadeza» de un jugador que protagoniza su portada («El futbolista delicado de la tricolor»).
Temas incómodos son también el colonialismo y el uso de los futbolistas africanos como «mercancía» o la utilización del poder de este deporte como elemento de distracción social, como la videocreación del brasileño Jaime Lauriano «Morte súbita».
En este vídeo aparecen una serie de hombres con los brazos levantados y las cabezas cubiertas con la camiseta que lucía la «canarinha» allá por los años setenta mientras se oyen nombres de personas asesinadas o desaparecidas durante la dictadura militar que imperaba en Brasil en aquella época.
Porque la influencia del fútbol es innegable, especialmente entre los más pequeños.
El propio director del PAMM todavía recuerda el impacto que supuso para los neoyorquinos la llegada del astro brasileño Pelé a su ciudad para jugar en el Cosmos mediada la década de los setenta, cuando él era todavía un niño.
La aventura de Pelé en el fútbol estadounidense también forma parte de la muestra a través de la serie de famosas fotografías Polaroid que Andy Warhol le hizo al «10» de Brasil.
Junto a Pelé no podían faltar obras inspiradas por el otro gran genio del deporte rey, el argentino Diego Armando Maradona, especialmente los dos tantos que anotó en el Mundial de México 1986 contra Argentina: el de «La mano de Dios» y el considerado el mejor del siglo XX.
Porque Sirmans no duda en denominar «arte» muchas de las cosas que suceden sobre el césped, como los goles que acabaron en la meta del inglés Peter Shilton aquel 22 de junio de 1986 en el Estadio Azteca de Ciudad de México.
Con información de VAN.
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