Buenas y malas noticias sobre la temporada de huracanes de este año

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(Miaminews24).- En un pronóstico preliminar emitido el jueves, el Proyecto de Meteorología Tropical de la Universidad de Colorado prevé que la temporada de huracanes que comienza el 1 de junio será activa, aunque no tanto como la del 2017. El pronóstico contempla siete tormentas, tres de Categoría 3 o más fuertes, y 14 tormentas con nombre.

El investigador Phil Klotzbach culpó a la calidez de las aguas en el Atlántico occidental y las pocas probabilidades de que el fenómeno El Niño se haga sentir en el Pacífico.

“Las probabilidades de que un fenómeno de El Niño realmente fuerte reduzca la cantidad de tormentas esta temporada son menores”, dijo. “No podemos descartar nada, pero las probabilidades son menores”.

El pronóstico de este año, el número 35 en lo que se ha convertido en una tradición, se basa en 29 años de información acumulada, aunque Klotzbach y el también meteorólogo Michael Bell advierten que ningún pronóstico está garantizado. El pronóstico se actualizará, y probablemente con mayor precisión, a finales de mayo y otra vez en agosto, antes del comienzo de los meses de más actividad ciclónica.

La Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA) planea emitir su pronóstico a finales de mayo, dijo Dennis Feltgen, portavoz del Centro Nacional de Huracanes.

Si el pronóstico de la Universidad de Colorado se cumple, otra temporada de muchos huracanes pudiera provocar un grito de dolor colectivo en el sur de la Florida y el Caribe después de la brutal temporada del 2017. El Atlántico generó un récord de 10 huracanes seguidos el año pasado, incluidos Harvey, Irma y María, para un total de 17 tormentas con nombre y seis huracanes de gran intensidad. El Atlántico genera un promedio anual de 12 tormentas con nombre y tres huracanes fuertes.

La energía ciclónica acumulada de la temporada del 2017 —que calcula la fuerza de cada temporada ciclónica sobre la base de la cantidad, duración y fortaleza de las tormentas— fue la séptima mayor registrada y la peor desde el 2005, cuando Katrina y Wilma golpearon la costa oeste y el sur de la Florida.

Aunque la mayor parte de la Florida se ha recuperado, partes de los Cayos, donde la vivienda asequible es escasa, siguen en problemas. Hasta marzo, el Condado Monroe dijo que casi 200 familias seguían viviendo en casas rodantes de la FEMA.

Para formular el pronóstico, Klotzbach y Bell estudiaron años anteriores con condiciones atmosféricas y oceánicas similares, incluidos los fenómenos de El Niño y La Niña. Pero como las temperaturas del mar que pueden alimentar los huracanes son inciertos durante el verano y el otoño, los expertos analizaron un rango amplio de temperaturas y escogieron cinco temporadas comparables. Una de ellas, la de 1967, incluyó el huracán Donna, de Categoría 4, que dejó más de 125 muertos en su paso por el Caribe, incluidos 13 fallecidos en los Cayos.

El pronóstico también tomó en cuenta las probabilidades de los huracanes para tocar tierra, y coloca esa posibilidad en 61 por ciento en el caso de las tormentas tropicales en la Florida y la costa este de Estados Unidos, así como 54 por ciento en el caso de los huracanes y 39 por ciento en el caso de huracanes fuertes.

Klotzbach dijo que algunas condiciones pudieran cambiar el pronóstico. No está claro aún si la temperatura del mar aumente lo suficiente durante el verano como para alimentar más tormentas. Pero como la actividad ciclónica en el Atlántico por lo general no aumenta hasta agosto, Klotzbach dijo que hay tiempo suficiente para mejorar el pronóstico.

“La gente ve que pasan junio y julio y no sucede mucho. Eso es normal, es lo que sucedió el año pasado”, dijo. “Si me hubieran preguntado [a principios de agosto del año pasado], hubiera dicho que hasta ese momento era una temporada benigna. Seis semanas después no tenía nada de benigna”.

Fuente: Jenny Staletovich/ Miami Herald