Dwyane Wade volvió a cumplir su misión

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(Miaminews24).- Erik Spoelstra ha tenido bajo su mando a LeBron James, quien cuando diga adiós a los tabloncillos lo hará como uno de los más grandes en la historia del baloncesto. Pero aun así, si le dan una opción al actual coach del Heat de Miami de entregarle la pelota a alguien para un tiro decisivo, se inclina por otro jugador, alguien más familiar para él.

“Si mi vida depende de un partido, y el juego está decidiéndose, le daría la pelota a Dwyane Wade para que haga ese tiro decisivo”, señaló el estratega.

Desde el 8 de febrero pasado está convencido aún más de esa confesión.

Y es que desde el retorno de Wade a la franquicia, el estelar jugado ha tenido un renacimiento, y más importante para Spoelstra y el Heat, está influyendo muy positivamente en sus compañeros y por ende en el equipo.

De hecho, cuando Wade regresó, el Heat estaba en plena lucha por meterse entre los ocho primeros de la Conferencia Este. Para el 8 de febrero, el equipo estaba en el octavo lugar y apenas un juego por encima de su rival.

Pero a poco más de una semana para concluir la campaña regular, Miami respiraba tranquilo. Había regresado a la postemporada, y uno de los grandes responsables de esto fue precisamente Wade.

Todos mejoran

Wade, probablemente el deportista más exitoso y popular en la historia de Miami, no ha sido una figura de adorno desde su retorno al Heat. De hecho, promedia más de 12 unidades por encuentro desde que volvió –número superior al que tenía con los Cavaliers de Cleveland- y ha tenido un gran impacto en las figuras en ascenso del club.

“Le transmite una enorme confianza a todos”, consideró Spoelstra. “La historia de la liga siempre ha mostrado que las verdaderas estrellas hacen que sus compañeros mejoren, hacen que otros jugadores tengan un rendimiento más óptimo. En ese sentido, Wade, por ejemplo, ha colocado a Justin Winslow en otro nivel”.

El mismo Winslow lo reconoció y añadió que el impacto de Wade ha sido particulamente positivo en el American Airlines Arena, donde el Heat se ha convertido en una fortaleza, especialmente desde principios de febrero.

“D-Wade le trae una energía tremenda a este estadio. Y eso nos contagia mucho”, expresó.

Desde el retorno de Wade, el Heat ganó 11 de sus siguientes 12 encuentros en el domo de Biscayne Boulevard.

“Bueno, yo no puedo tomar el crédito por eso”, consideró Wade. “Sencillamente siento que estamos jugando bien en casa. Tenemos un equipo con mucha profundidad. Todo el mundo está cumpliendo con su rol. Tenemos mucha confianza, pero no puedo decir que ha sido obra mía”.

Cambio inmediato

Cuando Wade volvió al Heat, lo primero que tuvo que dejar atrás fueron algunos hábitos que Pat Riley, presidente de la franquicia, no consideraba acorde para un jugador del Heat. Lo que para cualquier otro ser humano es normal, no lo era para alguien con el uniforme de Miami. Por ejemplo, comer panquecas.

Uno de los platillos predilectos del eterno número 3 del Heat –el año pasado alquiló un restaurante especializado en esa comida durante el Día Nacional de la Panqueca-, Wade fue forzado a olvidarse del mismo.

El primer día que se pesó, de vuelta con el Heat, estuvo por debajo del límite máximo de grasa en el cuerpo que le exige el equipo a sus jugadores, nueve por ciento. Sin embargo, prácticamente era el que más tenía en el roster, es decir, en teoría era el jugador con menos condiciones físicas.

Desde entonces todo ha cambiado. Ha reducido su grasa corporal y ya se encuentra en el medio en la ubicación entre los jugadores de Miami. Udonis Haslem, uno de los que mejores condiciones tiene, lo resumió con una sola frase: “Esto no es un trabajo, es un estilo de vida”.

Todo esto le ha permitido al Heat emplearse a un nivel diferente, con el mismo Wade siendo héroe en más de una ocasión.

“Siempre ha tenido estos momentos”, apuntó Spoelstra. “Cuando la ocasión lo amerita, él se inspira”.

Pero para Wade, este retorno a Miami no significa la posibilidad de revivir viejas glorias. Para Wade, quien aún no ha dicho si volverá al tabloncillo o se retirará para la próxima contienda, es una cuestión de contribuir y ayudar al equipo que lo convirtió en estrella.

“Para mí en este regreso no hay egoísmos. Sólo quiero ayudar al equipo a ganar, no me importa cuántos minutos juegue o cuántos disparos haga”, confesó a su llegada en febrero. “Estoy tratando de hacer lo que sea en cada juego para ayudar a que este equipo vuelva a los playoffs”.

Misión cumplida.

Otra vez familia

La partida de Wade del Heat no fue en los mejores términos, y la relación que tuvo el jugador con Pat Riley, el presidente del equipo, quedó deteriorada. El Heat le ofreció 40 millones a Wade, quien decidió tomar la oferta de los Bulls de Chicago.

Pero desde entonces, las dos figuras, que quedaron prácticamente sin hablarse, pero las cosas cambiaron en enero de este año cuando el agente de toda la vida de Wade, Henry Thomas, falleció. Riley estuvo en el funeral y aunque apenas intercambiaron una palabra, al verse, ambos se abrazaron.

“Lo vemos siempre en las películas”, recordó Wade. “La familia tiene problemas, pero algunas veces un abrazo entre un padre y un hijo es todo lo que se necesita. No habíamos hablado hacía rato, pero sabíamos que ahí había amor. Siento que por eso estoy acá de vuelta, que por eso dije que sí para regresar acá”.

Fuente: Luis E. Rangel/ Diario las Américas