El improbable pitcher de los Marlins que pronto hará su debut

930

(Miaminews24).- Muchas veces el talento se esconde en los lugares que menos esperamos; cómo aguja en un inmenso pajar en busca de ser descubierto, y la mayoría de las ocasiones sucede por obra del completo azar y la más caprichosa casualidad. Esa es la historia de Trevor Richards, el pitcher novato de los Marlins que hará su debut en la Gran Carpa éste lunes. El escritor del Miami Herald, Clark Spencer, cuenta su historia en su columna.

El joven lanzador de 24 años jugaba pelota en una de las muchas ligas independientes que proliferan dentro de los Estados Unidos, además de que tenía la intención de estudiar la carrera de criminalística si el beisbol no daba resultados.

Uno de los scouts de la organización, David Espinosa, lo descubrió por casualidad en un partido de liga independiente en 2016,  ya que el cazatalentos iba a a ver a otros jugadores y no a Richards, quien en ese mismo instante llamó su atención.

Espinosa cuenta al Miami Herald:

De inmediato me dí cuenta de que él (Richards) era interesante. Su cambio de velocidad era una anomalía. Normalmente, el giro de una recta es más rápido que el de un cambio, y no se alcanzan a ver las costuras. Los bateadores le llaman ‘bola blanca’. Pero en su cambio de velocidad, el giro era casi tan rápido como el de una recta.»

Puesto en otras palabras, el chang-up de Richards es tan especial que los bateadores no saben si les están lanzando una recta o un cambio de velocidad. Espinosa de inmediato envió su reporte a los Marlins, quienes de inmediato lo firmaron a un contrato de ligas menores. Solamente pagaron 3 mil dólares a su equipo por su firma.

El ascenso del lanzador ha sido meteórico: Desde 2016 ha pasado por todas las categorías de ligas menores hasta hacer su debut en las Mayores ésta temporada. Espinosa reflexiona sobre su experiencia con Richards:

Escuchas historias cómo ésta todo el tiempo, que scouts van a un partido a ver a cierto jugador y terminas llevándote a otro pelotero del cual ni siquiera estaba en tus planes observar. Es el ejemplo clásico.

Fuente: albat