(Miaminews24).- Para el seguidor casual de la NFL las palabras más sonadas son «quarterback», «Tom Brady» y «Super Bowl». Y aunque estas tres son prácticamente sinónimos y Brady es el mejor jugador de la historia, a muchos os sorprenderá saber que ni siquiera está entre los diez jugadores que más dinero ganarán el próximo curso.
El que si está en esa lista es Jimmy Garoppolo. Suplente de Tom Brady durante tres temporadas y media, ganará casi 28 millones en 2018. Segundo jugador mejor pagado de la historia de la NFL.
Jimmy cobrará siete millones más que Brady, a pesar de que solo ha jugado cinco partidos como titular con su nuevo equipo, los San Francisco 49ers. ¿Cómo es posible?
Los quarterbacks, siempre los mejor pagados
La posición que recibe más dinero es, con diferencia, la de quarterback. Es una de las cuatro posiciones clave en el fútbol americano y para la gran mayoría es la más importante. Solo los pasadores han superado los 20 millones anuales de salario y el primero que quiere romper ese dominio salarial es Odell Beckham Jr.
Un quarterback bueno y fiable es muy codiciado. Otras posiciones, incluso básicas en defensa, encuentran más de 32 jugadores consistentes en la liga. Pero no hay 32 quarterbacks buenos, ni siquiera fiables. Así las estrellas reciben los salarios más elevados de la NFL si así lo desean e, incluso, quarterbacks que se sitúan fuera del top 10 reciben más dinero que jugadores top 10 en otras posiciones importantes, como la de linebacker.
Desde el CBA (Acuerdo tras la negociación de trabajadores y empresa, NFL) de 2011, llegaron las multimillonarias renovaciones. Primero fue Aaron Rodgers, el quarterback más decisivo de la liga en la actualidad; tres años después llegó Joe Flacco, contrato que sigue dando problemas a los Baltimore Ravens por estar ya en evidente decadencia; y después llegó la tromba. Derek Carr, Matthew Stafford, Jimmy Garoppolo y Kirk Cousins. Cada uno bate un nuevo récord histórico.
En esta lista encontramos a varios de los quarterbacks élite, como Stafford, Carr, Brees, Rodgers y Wilson. Pero no están colocados por méritos. De hecho los que más cobran son los que menos han conseguido en la NFL si los comparamos con el final del top 10.
¿Y porqué? Tan simple como lo mencionado en la lista anterior. El último quarterback con cierto caché en renovar es el mejor pagado de la historia. Rodgers y Wilson serán los siguientes y sin duda alguna se meterán en el top 3.
Tom Brady no le cae bien a los agentes
Siempre hay algún elemento suelto. El bueno de Brady ya tenía millones suficientes y decidió, en 2012, reestructurar su contratazo con los Patriots para dar mayor flexibilidad al equipo de cara a refuerzos.
Esto es una decisión suya. Al igual que uno decide buscar el mayor contrato posible dentro de la élite, Brady optó por salvar dinero. Decisión que no gustó ni a los agentes ni a la Asociación de Jugadores, que siempre buscan mejorar las condiciones económicas de sus clientes.
El poder del ‘franchise tag’
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— Minnesota Vikings (@Vikings) March 15, 2018
Es muy raro en la NFL ver a un quarterback top 10 salir al mercado, incluso top 15. En la mayoría de casos renuevan y, si no quieren renovar, los equipos NFL tienen en su poder el ‘franchise tag’.
Con esta herramienta pueden ‘tagear’ a un jugador que termina contrato para que no sea agente libre. Le pagan una media de los cinco mejores sueldos en su posición y continúa en el equipo.
Pues bien, en la última década solo un quarterback sujeto a ‘franchise tag’ no ha renovado. Y ese es Kirk Cousins, flamante fichaje de los Vikings y un escalón por debajo de los Brady, Rodgers y compañía. Jugó varias temporadas bajo el ‘tag’ y a diferencia del resto de quarterbacks no renovó.
La influencia del ‘franchise tag’ es enorme. Pero cuando salen al mercado, como Kirk, muchos equipos se tiran a por ellos y unos pocos lo hacen a la desesperada. Así ha conseguido Cousins revolucionar el mercado al firmar el primer contrato 100% garantizado de la historia de la NFL.
Los quarterbacks dejan de lado su poder
Lo contaba el mismo Derek Carr al poco de firmar su extensión de contrato con los Raiders, por entonces la mayor de la historia. Había dejado millones sobre la mesa: pudo pedirle más dinero a su equipo y no lo hizo.
El poder negociador de los quarterbacks es desmesurado y apenas usan una parte del potencial. Si Aaron Rodgers quiere, o incluso Cousins cuando termine su nuevo contrato, pueden firmar prácticamente las condiciones que ellos quieran.
Kirk Cousins || 'Welcome To Minnesota' || 2017-18 Highlights
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— mnsportnews (@mnspnews) March 17, 2018
La escasez de quarterbacks titulares fiables les reivindica como la posición más importante, o al menos más exclusiva, de la NFL. Los equipos imaginan un futuro en el que retienen a una de esas estrellas y sueltan el dinero que haga falta, incluso si esa futura estrella solo lleva cinco partidos, como el caso de Garoppolo, porque apunta a ser el nuevo Brady.
No es una cuestión de caprichos o de competir en sueldos, como puede pasar en ciertos deportes en Europa. El límite salarial adorna el contexto del fútbol americano en el que el quarterback tiene el balón en el campo y dicta sentencia en los despachos. Todo plan gira a su alrededor, sean estrellas o complementos en cuanto a rendimiento.
Y el megacontrato de Garoppolo no será el último, tampoco el de Cousins. Ni siquiera está garantizado el éxito o la flexibilidad financiera (que se lo cuenten a Colts o Ravens). De hecho el propio Kirk saldrá al mercado con el nuevo CBA, en 2021, y le veremos rubricar de nuevo enormes cantidades,
Los quarterbacks dominan dentro y fuera del verde. La NFL es suya.
Con información de MARCA.
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