(Miaminews24).- Un increíble caso de injusticia carcelaria se presenta por estos días en Chicago luego de que un inmigrante con “green card” tuvo que pasar 22 años en la cárcel por un crimen que no cometió.
El problema es que mientras cumplía su injusta condena el gobierno de Estados Unidos le revocó su condición de residente permanente, lo que lo dejó listo para ser deportado cuando saliera de prisión.
Se trata del inmigrante Ricardo Rodríguez, que esta semana fue exonerado por un crimen que no cometió, sin embargo de inmediato quedó bajo custodia ICE y podría ser deportado en los próximos días, informó este miércoles su abogada Tara Thompson.
La abogada dijo que el Departamento Correccional de Illinois le informó que Rodriguez fue capturado por agentes de ICE con el argumento de que fue revocado el estatus de residente permanente mientras estaba encarcelado.
“La familia de Rodríguez está agradecida a la corte por haber anulado la condena, pero ahora necesitamos la ayuda de la Procuradora de Justicia del Condado de Cook, Kim Foxx, para evitar que lo expulsen del país”, agregó a medios locales.
Rodríguez, que tiene ahora 45 años, fue culpado por la muerte de una persona en 1995 durante un tiroteo entre pandillas en Chicago, lo que le llevó una condena de 60 años de prisión.
El Exoneration Project, que se encarga de defender casos de condenas injustas, dijo que los testigos presentados en el juicio fueron manipulados por el exdetective Reynaldo Guevara, acusado de obtener confesiones ilegales mediante violencia en por lo menos diez casos.
Este año también fueron exonerados los mexicanos Arturo Reyes y Gabriel Solache, quienes recibieron el mismo tratamiento de Guevara para confesar y fueron condenados por un doble asesinato y el secuestro de un menor ocurrido en 1998 que no cometieron.
La oficina regional de ICE en Chicago no se ha pronunciado sobre el paradero de Rodríguez ni sobre su estatus legal, algo que preocupa a su familia.
“Espero que no cometan otra injusticia y que lo dejen libre”, declaró hoy a periodistas su hermana María Rodríguez López.
Fuente: La Opinión