Debilitado y sin sucesor, Abu Mazen se quita los guantes

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(Miaminews24).- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen, cumplió ayer 83 años con la salud deteriorada, sin un claro sucesor y bajo una tensión enorme tanto en la dividida escena palestina como ante el eje Israel-Estados Unidos.

Precisamente en su última visita a este país fue de nuevo hospitalizado multiplicando los rumores. Sus portavoces salieron al paso aclarando que se trataba de una «revisión rutinaria» aunque lo único rutinario es el caudal de informaciones sobre su debilitado cuerpo.

De hecho, funcionarios palestinos revelan a la agencia AP que un cardiólogo alemán se ha mudado a la Mukata en Ramalá. El especialista, de origen palestino, se suma a los dos médicos que acompañan al viejo rais desde hace años. «Algunos difunden que está enfermo, tiene cáncer o perdió la memoria pero todo es parte de la lucha psicológica contra el pueblo palestino y su líder», denuncia uno de los principales representantes de Al Fatah, Azzam Al Ahmad.

Mientras en este movimiento se calientan motores en la discreta pero intensa guerra de sucesión, Abu Mazen enfila el ocaso político agriamente enfrentado al grupo islamista Hamas y decepcionado con los países árabes por no oponerse de forma rotunda a las medidas del presidente estadounidense Donald Trump como el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel o el traslado de su embajada a esta disputada ciudad.

Abu Mazen se siente abandonado y traicionado en un convulso tablero regional a favor del primer ministro Benjamín Netanyahu que cuenta con la estrecha alianza de Trump y la unión estratégica con Egipto (contra IS) y con Arabia Saudí (contra Irán).

Abu Mazen lo ve todo tan perdido que no duda en desear a Trump que «su casa sea destruida» o llamar «hijo de perra y colono» al embajador estadounidense en Israel, David Friedman.

Es la peor relación entre Ramala y Washington desde que el presidente Bush considerara a Yasir Arafat «parte del problema» y apostará por el liderazgo de su número dos, Abu Mazen.

14 años después, es éste el que considera a Trump «parte del problema» por abrazar sólo la narrativa israelí. Tras una estrecha relación con Obama que se oponía a las colonias, Abu Mazen teme el plan de paz de Trump que se encuentra en su fase final de elaboración.

El anuncio sobre Jerusalén le otorga, sin embargo, la posibilidad de no tener que discutir sobre una iniciativa que, según las filtraciones, está muy lejos del mínimo que un líder palestino puede llegar a negociar.

Netanyahu no disimula su gozo ante la crisis entre Abu Mazen y EE.UU. «Se comporta como aquel niño mimado que le dan siempre todo y de repente le dicen ‘Basta, hasta aquí'», comenta en un país que sigue con preocupación la batalla sucesoria palestina.

Como Arafat, Abu Mazen no es propenso a señalar un relevo claro. Candidatos no faltan. Como Mahmud Al Aloul (68), que fue designado por el Comité Central de Al Fatah como vicepresidente. Más halcón que el rais, es de las principales apuestas de una quiniela que siempre incluye a Marwan Barguti.

Este popular líder palestino cumple condena perpetua en Israel que le acusó de varios asesinatos cuando era el jefe de las milicias de Al Fatah en la Segunda Intifada. Tampoco hay que descartar al jefe de la Inteligencia de la ANP, Majid Faraj que controla lo que sucede en el terreno y tiene buenos contactos con los organismos de seguridad de Israel y Egipto.

Salir ileso en el reciente atentado contra el convoy del primer ministro palestino Rami Hamdallah en Gaza le ayuda en Cisjordania. Jibril Rajub y el sobrino de Arafat, Nasser Al Qidwa, se suman a la lista de candidatos de una lucha que podría derivar en caos y violencia.

En su última etapa en el cargo, Abu Mazen ha sacado el hacha para arremeter contra sus rivales. Ya sea porque no ve una luz en el túnel, está harto o piensa ya en cómo le recordará la historia, el rais se ha quitado los guantes.

La cara palestina más moderada y aceptada a ojos internacionales muestra sus dientes con los mensajes más agresivos desde que fuera elegido en el 2005.Más allá de responsabilizarle del fracaso de la reconciliación palestina, Abu Mazen acusa a Hamas de «haber secuestrado Gaza» y de una larga tradición de asesinatos incluyendo el fallido contra Hamdallah y Faraj.

«(Hamas) nos dijo que controlarán la Franja de Gaza debajo de la tierra (túneles) y nosotros por encima», protesta Abu Mazen que exige a Hamas que se desarme y devuelva el poder al Gobierno de unidad.

El grupo islamista sin su arsenal dejará de ser Hamas por lo que si no hay un acercamiento, Abu Mazen tiene previsto aplicar nuevas sanciones (retirar financiación de electricidad, congelar sueldos de funcionarios, limitar acciones bancarias..) en un castigo a Hamas que básicamente sufrirá la población de la paupérrima franja bajo su control desde 2007.

«Abu Mazen ha disparado quizá la última bala contra la reconciliación», reacciona el islamista Ismail Radwan pidiendo la intervención inmediata del mediador egipcio. Pero incluso desde El Cairo interpretan los últimos gestos de Abu Mazen en clave de despedida. Quizá no inmediata pero al fin y al cabo despedida.

Con información de EM.

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