(Miaminews24).- Nikolas Cruz, el confeso asesino de 17 personas en una escuela secundaria de Parkland en Florida, iba a disponer de una suculenta herencia en menos de tres años. Así se lo había revelado el joven a la familia de un amigo que lo recibió tras quedar huérfano el año pasado.
Según publicó el New York Post, tras la llegada de Cruz a su casa, la familia Sneads recibió un documento que señalaba que el múltiple asesino iba a heredar unos 800.000 dólares cuando cumpla 22 años, aunque no se detalló si el monto total era para él o si debía compartirlo con su hermano menor.
Cruz y su hermano fueron adoptados de pequeños por Lynda y Roger Cruz, una pareja que vivía en Nueva York.
El padre adoptivo trabajaba en publicidad y ventas, pero falleció de una insuficiencia cardíaca a los 67 años. Fue al año siguiente en que Lynda Cruz valoró su herencia por más de un millón de dólares, según los registros de sus testamentos.
Resulta prácticamente imposible que Cruz -de 19 años- pueda disfrutar del dinero en algún momento de su vida, ya que tiene grandes posibilidades de ser sentenciado a muerte o recibir cadena perpetua. Ni siquiera le servirá para «comprar» su libertad condicional debido a que una juez ordenó su encarcelamiento sin derecho a fianza.
Casi con seguridad, el joven deberá destinar su herencia al pago de abogados que al menos intenten evitar la inyección letal. La oficina del sheriff del condado de Broward presentó una moción para que la Corte determine si es que Cruz es indigente y apto para recibir una defensa financiada por el Estado. En caso de que indique lo contrario, deberá pagar sus propios abogados privados.
El dinero también podría quedar congelado para afrontar las posibles demandas de las familias de sus víctimas.
El caso
El martes 13 de febrero, Nikolas Cruz ingresó a la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, y abrió fuego contra alumnos y profesores. En total, 17 personas murieron y más de una veintena resultó herida.
Tras desatar la matanza, el joven descartó su rifle AR-15 que compró legalmente y el chaleco que traía puesto para poder mezclarse entre la multitud y pasar inadvertido. Mientras los estudiantes empezaban a huir, el imputado cruzó el campo de tenis y se unió a otros jóvenes que corrían desesperados.
En su confesión durante un interrogatorio, Cruz dijo luego haber parado en una tienda Wal-Mart y en McDonald’s. Fue detenido unos 40 minutos después de la masacre.
Fuente: Clarín