Pareja canadiense consigue el oro en la danza en hielo (+Video)

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(Miaminews24).- Las estrellas canadienses Tessa Virtue y Scott Moir consiguieron la medalla de oro el martes en la danza sobre hielo, y se convirtieron en los deportistas más condecorados de la historia olímpica en el patinaje artístico, gracias a una rutina libre impregnada de dramatismo y con la música de “Moulin Rouge”.

Virtue y Moir lograron la mejor evaluación de su vida, con 122,4 puntos, para un total sin precedentes, de 206,07. Superaron así a los franceses Gabriella Papadakis y Guillaume Cizeron, con quienes se entrenan y tienen una estrecha amistad.

La pareja francesa rompió su propio récord para una rutina libre, con 123,35 puntos, gracias a su rutina con “Moonlight Sonata”. Su total de 205,28 puntos estableció también fugazmente un récord, e implicó que Virtue y Moir tendrían que superar la mejor actuación de su vida por 3,28 unidades inmediatamente después.

Lo lograron, sobrados.

“No sabíamos que habíamos ganado, desde luego que no”, indicó Moir entre risas. “Realmente nos comprometimos con nuestro entrenamiento porque sabíamos que teníamos que ser mejores que nunca”.

Fueron también mejores que nadie.

Es la segunda presea dorada que consiguen en Pyeongchang Virtue y Moir, quienes brindaron ayuda clave para que Canadá conquistara la prueba por equipos. Fue apenas el tercer oro del país en la historia dentro de este deporte, luego de coronarse como local en Vancouver 2010.

En total, Canadá suma cinco medallas en patinaje artístico, incluidas dos platas en Sochi 2014.

Y algunos consideran que Virtue y Moir son los mejores de la historia en danza sobre hielo.

“Esto es un poco abrumador… estamos agradecidos con todas las leyendas que llegaron antes que nosotros y que nos allanaron el camino”, dijo Virtue.

Virtue y Moir rebasaron así al ruso Evgeny Plushenko y al sueco Gillis Grafstrom como los deportistas con más medallas olímpicas en patinaje artístico. Y su cosecha de oro igualó el récord que comparten Grafstrom, la noruega Sonja Henje y la soviética Irina Rodnina.

Fuente: AP