(Miaminews24).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentará el lunes su esperado plan de infraestructuras, una iniciativa de $1,5 billones de dólares que aunque cumpliría varias promesas electorales, no contempla nuevos financiamientos al depender en buena parte de que gobiernos estatales y locales lo aporten.
El plan del gobierno se centra en añadir $200.000 millones de dólares de dinero federal en los próximos 10 años a fondos recaudados con impuestos locales y estatales para reparar infraestructuras estadounidenses como carreteras, autopistas, puertos y aeropuertos.
La empresa privada y los gobiernos locales tendrían que aportar los restantes $1,3 billones de dólares.
Trump ha culpado varias veces al «ruinoso» estado de las carreteras y autopistas del país de impedir que la economía estadounidense alcance todo su potencial. Muchos en Washington creen que Trump debería haber comenzado su mandato hace un año con una iniciativa en este terreno que podría haber logrado apoyo bipartidista, o al menos colocar a los demócratas en una posición difícil por oponerse a una medida popular.
Pero luego de aprobada una reforma tributaria que reducirá los ingresos del estado y un presupuesto con mayores gastos que aumentarán considerablemente el déficit gubernamental, algunos conservadores se oponen a la propuesta del presidente.
Para los demócratas, en cambio, las cifras contempladas en el plan de la Casa Blanca se quedan demasiado cortas para atender todas las necesidades acumuladas a través de los años.
De acuerdo a la Casa Blanca, el plan sería una “solución permanente” de un sistema que, según consideran, “está fundamentalmente roto… en dos diferentes maneras: no estamos invirtiendo lo suficiente en nuestra infraestructura y tenemos un proceso de permisos que toman demasiado tiempo en ser aprobados y a aún cuando hay fondos adecuados, toma décadas construir la infraestructura vital”.
Los detractores creen que la solución permanente está en tener fuentes de financiamiento nuevas, algo que el plan del presidente Trump no contempla.
“Este no es un plan real, es simplemente otro engaño, un intento de esta administración de privatizar algunas funciones vitales del gobierno y crear una gran ganancia a sus amigos de Wall Street”, se quejó el representante por Oregón, Peter DeFazio, el demócrata de mayor alto rango en la Comisión de Transporte de la Cámara de Representantes.
“Esta falsa propuesta no resolverá las necesidades de infraestructura que requiere el país, de manera que los hoyos en las carreteras serán peores, nuestros puentes y nuestros sistemas de tránsito se volverán más peligrosos, y nuestros peajes serán más altos”, agregó DeFazio.
Fuente: VO
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