(Miaminews24).- El hijo pródigo regresa a casa. Nunca debió irse y nunca debieron dejarlo partir, pero Dwyane Wade viene a poner punto final a una carrera que en unos años tendrá un monumento en el Templo de los Inmortales del Basquetbol. Bienvenido, D-Wade.
Uno de los mejores jugadores que jamás haya vestido el uniforme del Heat, Wade firmó con los Cavaliers en septiembre, tras pasar la temporada previa con los Bulls de Chicago, pero ninguna de las dos experiencias terminaron bien.
Durante sus 13 años de carrera en la Capital del Sol, Wade conquistó tres campeonatos al lado de luminarias de la talla de Shaquille O’Neal primero y LeBron James más tarde, además de convertirse en uno de los deportistas más queridos en la historia del sur de la Florida.
Pero el amor que Wade experimentó en Miami nunca lo encontró en Chicago ni Cleveland, dos organizaciones envueltas en drama, donde el veterano experimentó el resquemor y la desconfianza de los más jóvenes y los establecidos.
El regreso de Wade no es puramente sentimental, sino que está justificado por la necesidad de fortalecer el puesto de escolta con la ausencia de Dion Waiters y los problemas de Tyler Johnson.
Miami entrega a Cleveland una elección de segunda ronda del Draft y solo pagaría los $800,000 que le restan a su contrato de $1.6 millones, de modo que no afecta para nada el tema de los impuestos y las sanciones.
Fuente: El Nuevo Herald