(Miaminews24).- “Para todos quienes todavía se están recuperando en Texas, Florida, Louisiana, Puerto Rico, Isla Vírgenes, en todos lados, los amamos y siempre saldremos adelante juntos, siempre”, dijo el presidente Donald Trump en su discurso del Estado de la Unión, a las víctimas de los huracanes Harvey, María e Irma que el año pasado azotaron fuertemente a Estados Unidos.
Pero para quienes aún están viviendo las consecuencias de estos desastres naturales, las palabras del mandatario son simplemente un mensaje vacío.
Blanca Smith vive en Katy Texas, una de las áreas más afectadas por Harvey. Su casa está muy cerca de la represa Barker y fue una de las primeras en inundarse al recibir el agua de la reserva.
Actualmente vive ahí. Su primer piso tiene todas las paredes cortadas, exponiendo el esqueleto de madera de la casa. No tiene cocina, ni baño en la planta baja. Ella vive en el segundo piso.
Smith, quien trabaja en el área administrativa de una escuela, ha tratado de adaptarse lo mejor a la situación lo mejor posible. En su segundo piso tiene dos mesas. Una con un hornito y una parrilla de dos quemadores y en otra tres tinajas una con jabón, agua limpia y otra para secar. Además compró un refrigerador pequeño. Así sobrevive.
“La ayuda que hemos recibido desde el primer día no vino del gobierno ni del presidente. Sobrevivimos gracias a las iglesias y sus voluntarios, empresas privadas, instituciones sin fines de lucro e individuos que nos han ayudado. Trump ni siquiera nos dio la cara para ver qué nos había pasado”, dijo a Univisión Noticias.
“Este hombre fue a Puerto Rico lo vio devastado y dijo ‘no está tan mal’ ¿No está tan mal….? ¿Para quién, para él que llega a dormir a la Casa Blanca? ¿Cómo puede tener ese valor moral?”, agregó.
Lejos de una vida normal
Las víctimas de Harvey recibieron dinero de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), con un máximo de $33.000 dólares y aparte pudieron optar a un préstamo de la Administración para Pequeños Negocios (SBA) con un interés de 1.7%.
Pero Smith sólo recibió ayuda de FEMA y no calificó para el préstamo, ya que la agencia determinó que sus ingresos no eran suficientes para pagarlo.
Smith no detalló el monto que recibió de FEMA pero estimó que es un tercio de lo que necesita para arreglar su casa. Los contratistas le han dado presupuestos por $70.000 y $60.000 dólares.
Una de las iglesias del sector le ha donado materiales y ahora le hablaron de un equipo de voluntarios que viene de Pensilvania, que la ayudarán a reconstruir. Por mientras sólo queda esperar.
Leticia Landeros, contadora y dueña de la empresa SpeedCar Hands Wash, está en una situación parecida a la de Smith. Volvió a su casa en Katy donde vive junto a su marido y dos hijos de 9 y 7 años. Recibió ayuda de FEMA ($15.000 dólares) y le negaron el préstamo de SBA, ya que su compañía reportó pérdidas en 2016.
Al saber de las palabras de Trump, el mensaje simplemente le sonó falso. “Yo me siento olvidada. Es como si fuéramos parte del pasado, pero Harvey es presente para nosotros en este mismo minuto. ‘Juntos, saldremos adelante’…. ‘juntos’ no es real para nosotros”, señaló a Univisión Noticias.
Hasta ahora Landeros ha logrado poner pisos, insulación y paredes en su vivienda y ha invertido $35.000 dólares, pero todavía queda mucho por delante.
“Mi casa no está 100% habitable. Falta terminar el baño, cocina, closet, escaleras. No tengo una vida normal. No puedo cocinar, lavar ropa, arreglar mis cosas”, explicó.
Las calles aledañas a la casa de Landeros aún tienen escombros de demolición o reconstrucción y ahora cada residente es responsable por remover esa basura, ya que el gobierno estatal no enviará más camiones de recolección.
Las calles de Katy están invadidas por letreros de personas que compran casas como están, pero por la mitad de su valor original. Contratistas, pintores, carpinteros han invadido el sector, en medio de viviendas que van desde terminadas, hasta cerradas con hongos aún en medio de la pudrición.
No termina nunca
Adriana Cadenas, fotógrafa y residente de Katy, es una de las personas que ha logrado terminar con la reconstrucción de su hogar, donde vive junto a su marido y tres hijas.
A pesar de estar al final del camino, para ella las palabras de Trump tampoco tuvieron acogida. “El mensaje me suena hueco. Me suena a estoy contigo en mis pensamientos, pero no me sirve de mucho”, dijo a Univisión Noticias.
Cadenas recibió $10.900 dólares de FEMA y pudo acceder al préstamo de SBA. Hasta ahora ha gastado cerca de $55.000 dólares en su casa, donde reemplazó todo su primer piso. En su casa todavía no hay muebles de living, ni comedor.
«Harvey pasó hace cinco meses pero seguimos necesitando ayuda. Es un gasto con el que no contábamos y que ahora tenemos que asumir. Estoy sufriendo para pagar las cuentas y ahora encima pagar el préstamo. Necesitamos ayuda económica. Aunque ya estamos acá y logramos reconstruir, esto no ha terminado para nosotros”, aseguró a Univisión Noticias.
Además de asistencia en dinero por parte del gobierno, Cadenas asegura que otra de las cosas que serían útiles, es extender beneficios que expiraron como la asistencia para comprar alimentos D-SNAP, ya que en medio de todo lo que implicó la inundación y reconstrucción de su casa, no logró enterarse a tiempo de este beneficio.
“Salir adelante juntos” para las víctimas de Harvey implica mucho más que palabras. “No le creo a Trump. Te creo cuando vienes a mi casa a ver, cuando te pones guantes para ayudarme, ahí sí, las palabras se las lleva el viento”, concluyó Cadenas.
Fuente: Univision