(Miaminews24).- La puerta de la oficina de la directora del plantel se abrió súbitamente. Mercy Álvarez se volvió y contempló a una agente de la Policía Escolar de Miami-Dade entrar para llevarse a su hijo de 7 años detenido. Un flechazo de dolor traspasó su corazón cuando, delante de sus ojos, lo esposaron. “No te preocupes mi amor”, musitó con la voz entrecortada por las lágrimas.
Era la segunda vez en menos de tres meses que las autoridades escolares castigaban a su hijo llamando a la policía por problemas de conducta. En esta ocasión, el pequeño supuestamente golpeó a la maestra tras un regaño, según el informe policial.
Una pataleta en letras mayúsculas. Y una sanción que Álvarez considera desproporcionada e indignante.
“Esto es abuso policial; un capricho de la oficial, porque mi hijo estaba tranquilo cuando vinieron a buscarlo”, alega la madre, productora independiente de televisión y radio, en declaraciones a el Nuevo Herald. “La directora, la consejera, y dos personas más intentaron impedir esa acción y la oficial de todas maneras se llevó al niño”.
El encontronazo sucedió el jueves en la escuela pública Coral Way K-8 Center en Miami. El niño cubanoamericano fue detenido bajo las disposiciones de la Ley de Salud Mental de Florida (Baker Act), basada en criterios de comportamiento que indican que la persona pudiera representar un peligro para sí misma o para sus semejantes. El menor fue posteriormente internado, sin el consentimiento de la familia, en el Hospital de Niños Nicklaus para una evaluación psiquiátrica y, horas después, dado de alta.
“Él no tiene diagnóstico psicológico; es un niño adaptado en quien hemos sembrado la conciencia social”, sostiene Álvarez, quien grabó la detención y traslado al hospital.
En un comunicado el jefe del cuerpo policial escolar Ian Moffet dijo que este tipo de incidentes es inusual. No obstante, “esta acción fue justificada para evitar que su errático y violento comportamiento causara más daño a otros o a sí mismo. La forma en que fue transportado a la instalación receptora se realizó conforme a los Procedimientos Operativos Estándar”, declaró.
Álvarez no lo cree. Desde que se divulgó su video “más de 30 madres en Miami me han escrito solidarizándose porque a sus hijos le han hecho lo mismo”. Junto a su esposo, Rolando Fuentes, se reunió con abogados para evaluar posibles acciones legales contra el Sistema Escolar de Miami-Dade y la semana próxima convocará a una rueda de prensa para compartir detalles de su caso con los medios, dijo.
La vocera de las escuelas públicas, Jackie Calzadilla, reiteró en otro comunicado que el menor “comenzó a comportarse erráticamente y golpeó a una maestra. Debido a una gran preocupación por el estudiante y para garantizar su seguridad y la de quienes lo rodeaban, fue restringido de acuerdo a la Ley Baker y transportado al hospital para ser evaluado”.
Según el informe policial citado por el Canal 7-WSVN, el niño fue sacado de la cafetería por jugar con su comida. Seguidamente, fue llevado al pasillo donde estaba la profesora y el pequeño “atacó a la maestra pegándole repetidamente en la espalda”.
Aunque el niño fue contenido, continuó lanzando puñetazos y patadas hasta que ambos cayeron en el piso, donde prosiguió la pelea, señala el informe.
Álvarez dice que hasta que no vea las pruebas en un video de vigilancia no cree a su niño capaz de ser los suficientemente fuerte para tumbar a la maestra La familia cree que está siendo víctima de acoso escolar y de ahí derivan los problemas de conducta.
Al niño lo habían suspendido durante 10 días, después de la primera detención en noviembre pasado bajo los parámetros de la Ley Baker.
De acuerdo con el testimonio de la madre, fue la misma agente de policía quien lo detuvo ambas veces. “Le han creado un trauma psicológico, y en lugar de arreglar el problema, estás construyendo un problema”, argumenta Álvarez.
Dice que su hijo siempre soñó con ser policía, pero en estos días “me ha dicho que ya no quiere serlo porque los policías son malos”.
Fuente: Miami Herald
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