(Miaminews24).- Cuando Richard Powell compareció ante un juez el martes, no era la primera ocasión que tenía problemas con el sistema de justicia criminal de la Florida, sino todo lo contrario.
El noticiero Local 10 News reportó que Powell, de 57 años, ha sido arrestado 344 veces. Las acusaciones en su contra van desde beber alcohol en lugares públicos y robar un cartón de leche hasta atraco a mano armada y agresión sexual.
Recientemente, a Powell, que es desamparado, la policía le prohibió estar en Miami Beach, al sur de la calle 40. Sin embargo, Powell violó esta orden, en un incidente en el que gritó sin parar en medio de la vía pública con una cerveza en la mano. Tras ser registrado, se le encontró marihuana escondida en los zapatos.
Ahora Powell pasará los próximos 90 días tras las rejas con crédito por el tiempo que ya ha cumplió con anterioridad. Lo que Powell hizo fue declararse culpable y de este modo evitó ir a juicio.
La jueza de Corte de Circuit de Miami-Dade Andrea Ricker Wolfson le advirtió con fuertes palabras que sería castigado con más severidad.
«Usted está vigilado, mi amigo. Las autoridades y los residentes que viven el área lo conocen. La policía lo detendrá si lo ve por allí y lo llevará directamente a la cárcel», le dijo Ricker Wolfson.
Powell ha sido hallado culpable en cinco ocasiones en los últimos 12 meses.
Para John Deutzman, la larga historia de arrestos y de liberación de Powell forma parte de un problema más grande.
Deutzman y otros residentes fundaron el año pasado el Grupo de Prevención de Delitos de Miami Beach.
El grupo quiere que se acabe la historia de nunca acabar de delincuentes que son arrestados, puestos en libertad y de nuevo los arrestan. Armados con mucha información, los integrantes de la organización acuden a audiencias en la corte para persuadir a los jueces de que mantengan presos a los acusados.
«Nos estamos enfocando en los reincidentes de Miami Beach que hacen que la Playa resulte inhabitable», dijo Deutzman.
Las autoridades respaldan completamente la preocupación y el compromiso de los ciudadanos.
Sin embargo, Carlos Martínez, defensor de oficio del Condado Miami Dade, dijo que la participación del grupo toma por sorpresa a los acusados y que el testimonio de sus integrantes, muchas veces es irrelevante.
Otras organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) dijeron estar preocupadas de que el trabajo del Grupo de Prevención de Delitos de Miami Beach pudiera llevar a prejuicios raciales, así como también al acoso de los desamparados.
Fuente: El Nuevo Herald