(Miaminews24).- Actualmente es casi imposible que los menores indocumentados en la Florida que hayan sido “abusados, abandonados o descuidados” soliciten las tarjetas verdes a las que tienen derecho legalmente, reportó The Nation.
En octubre de 2015, Lucía, de 13 años, fue violada y quedó embarazada. Cuando se lo contó a sus padres, la tildaron de “cualquiera” y “zorra” y trataron de enviarla desde su hogar en Florida de regreso a Guatemala. Una trabajadora social tuvo que informar a los padres de Lucía que no podían enviar a su hija en contra de sus deseos a otro país, relata The Nation.
Incapaz de enviarla, los padres de Lucía le prohibieron denunciar su violación a la policía local. En cambio, exigieron que ella extorsionase a su violador. Pero ICE lo había deportado antes de que este pudiera ser chantajeado. Finalmente, cuando tenía cuatro o cinco meses de embarazo, los padres de Lucía le dijeron que tenía que pagar sus “deudas”, por lo que Lucía abandonó la escuela secundaria y consiguió un trabajo en una guardería. Desde ese momento, sus padres comenzaron a cobrarle $ 350por mes en alquiler.
Para la abogada de Lucía, Rina Gil, la historia de Lucia era un ejemplo obvio de abandono y maltrato de los padres, y ella como menor de edad indocumentada, debería ser elegible para solicitar una tarjeta verde bajo un programa llamado Situación Especial Juvenil de Inmigrante (SIJS). (Debido a que es menor de edad y es víctima de abuso, el nombre de Lucía fue cambiado para proteger su identidad).