(Miaminews24).- El Ministerio de Asuntos Exteriores de China rehusó hoy hacer comentarios sobre la detención del librero y activista sueco Gui Minhai el pasado sábado, alegando que no es un asunto de ese organismo, pese a que el detenido es extranjero e iba acompañado por diplomáticos suecos.
«No estoy al tanto de los detalles, ni de si es un ciudadano chino o no, o si tiene derecho a protección consular por parte de Suecia», expresó en rueda de prensa una portavoz de este Ministerio, Hua Chunying.
Sí destacó que «entre China y Suecia hay un canal de comunicación fluida y efectivo» y que ambos países «pueden intercambiar opiniones sobre cualquier tema de interés común», si bien no quiso confirmar si su Ministerio ha hablado con su homólogo sueco sobre la detención de Gui.
Hua no comentó tampoco las informaciones procedentes de Suecia acerca de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país convocó al embajador chino en Estocolmo, según confirmó la ministra, Margot Wallström.
«China siempre ofrece facilidades y coordinación con los diplomáticos extranjeros de acuerdo a la Convención de Viena y a la ley, pero los extranjeros deben también seguir las normas y leyes chinas», reivindicó Hua, aunque no quiso explicar si se refería a que los diplomáticos suecos habían incumplido las normas de este país.
A pesar de la insistencia de los periodistas, la portavoz no describió los motivos por los que la detención de Gui no incumbe a su Ministerio ni tampoco indicó a quién se refería cuando remitía a «las autoridades competentes».
Gui Minhai, de origen chino pero naturalizado sueco, fue detenido el sábado por diez policías que iban vestidos de civil mientras viajaba en tren desde la ciudad de Ningbo (este) a Pekín para someterse a un examen médico en la embajada de Suecia.
El librero, propietario de una editorial especializada en libros críticos con el Partido Comunista de China (PCCh), desapareció misteriosamente a finales de 2015 y reapareció meses después bajo custodia de China, que le acusaba junto a otros cinco editores de vender libros prohibidos en el país.
Presuntamente en el marco de esa detención, Gui confesó que en 2003 había atropellado y matado a una persona cuando estaba en estado de ebriedad, por lo que fue condenado a dos años de cárcel hasta octubre de 2017, cuando fue liberado.
No obstante, Gui no podía todavía abandonar China ya que tenía que presentarse periódicamente ante la justicia.
Amnistía Internacional (AI) denunció hoy su detención, y pidió a China que lo libere inmediatamente y le deje someterse al tratamiento médico que necesita con urgencia, según la familia por un problema neurológico.
Gui Minhai acababa de terminar de cumplir su pena por una infracción de tráfico en octubre, algo que «la mayoría piensa que fue simplemente una cortina de humo para esconder la intención real del Gobierno de perseguirle para cerrar su negocio editorial», subrayó la organización en un comunicado.
Según AI, ahora que ha sido detenido de nuevo, el Gobierno chino ni siquiera oculta su «verdadera naturaleza de atacar la libertad de expresión».
«El hecho de que esto haya ocurrido en presencia de diplomáticos suecos debería ser una llamada de atención clara para la comunidad internacional, que con mucha frecuencia se ha mantenido en silencio ante la creciente falta de respeto por parte de China hacia las leyes y estándares internacionales», agregó.
Con información de EFE.
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