(Miaminews24).- Jason Dodge dijo que el fatal incidente ocurrió la tarde del domingo 14 de enero. Él vivía en la ciudad de Duncan, Oklahoma, con su madre y su hijita Rylee, de 3 años.
Esa tarde, Dodge dijo que salió para ir a visitar a su hermano.Rylee mientras tanto se quedó en casa con su abuela.
No habían pasado 20 minutos cuando la madre de Dodge lo llamó.
La pequeña Rylee solo tenia 3 años
“Recibo una llamada y me dice: ‘tu hija y el perro’, y eso fue todo lo que escuché, volví lo más rápido que pude”, contó Dodge.
Cuando llegó a su casa se encontró con una escena de terror. “Entro a la casa y mi mamá esta en el piso sobre el perro, estaba cubierta de sangre”, dijo.
“Estaba haciendo todo lo que podía para alejar al perro de mi hija” agregó.
La pequeña, malherida, estaba en su cama, dijo el padre de la menor. “Hay sangre por toda la casa, por eso ni volví anoche, es un desastre”, dijo Dodge.
El hombre dijo que cargó a su hija para llevarla al hospital, y fue en ese momento que una ambulancia llegó a la vivienda.
“Estaba toda masticada, no se puede sobrevivir eso. Los doctores hicieron lo que pudieron”, dijo el padre a punto de quebrarse. “Intentaron hacerle una transfusión de sangre, pero murió. No había nada más que pudieran hacer”.
Dodge dijo que un amigo le había regalado el perro, Remington, hacía cinco días. El padre dijo que tomó las medidas necesarias para asegurarse que el animal no fuera agresivo.
Dodge había llevado a su otro hijo a ver al perro antes de traerlo a su casa. “[El perro] lo amaba. Se dieron un abrazo y el perro le lamió el rostro y todo. Mi hijo había estado jugando todo el día y el perro no le hizo nada”, dijo.
La policía de Duncan terminó sacrificando al animal. Por su parte, la abuela no fue mordida, pero dijo Dodge que la fuerza del perro le sacó el brazo de lugar.
Fuente: T47
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