(Miaminews24).- Un año después de haberse descubierto alimentos que podrían haber enfermado a personas en el Club Mar-a-Lago, que el presidente Donald Trump tiene en Palm Beach, su Casa Blanca de invierno acaba de ser multada por inspectores de salud por tener un mantenimiento deficiente.
No importa que el precio para convertirse en miembro del exclusivo club, que cuenta con dos restaurantes y un local de cama y desayuno (bed-and-breakfast), sea de $200,000.
Según nuevos documentos estatales, el B&B necesitó urgentemente reparaciones de emergencia para poder pasar la inspección que se realizó en noviembre del año pasado.
El club de Trump, localizado en una propiedad junto a la playa donde la histórica casa principal se construyó en los años 20 a gusto de Marjorie Merriweather Post, heredera de la compañía de cereales Post, fue multado el 8 de noviembre por dos violaciones consideradas de suma prioridad: la falta de detectores de humo capaces de alertar a las personas con graves problemas auditivos mediante luces parpadeantes; y losas de concreto que le faltaban a una escalera, lo que dejaba expuestas unas barras de refuerzo que podrían provocar la caída de cualquiera.
El club volvió a ser inspeccionado el 17 de noviembre, una semana antes del regreso de Trump para sus vacaciones por el Día de Acción de Gracias, y en esta ocasión “cumplió con las normas de inspección”, de acuerdo con un reporte estatal de inspección.
Bernd Lembcke, gerente general del club, no devolvió las llamadas que se le dejaron en su contestadora telefónica de Mar-a-Lago para que comentara sobre al particular. Tampoco lo hizo Alan Garten, jefe legal de negocios privados de Trump.
Entretanto, las inspecciones de noviembre en las dos cocinas principales del club, arrojaron un total de 15 violaciones.
Entre las violaciones se encontraban que el personal de las cocinas no verificaron la frescura de alimentos potencialmente peligrosos para la salud, entre ellos una salsa de curry con fecha 21 de octubre que se sacó de un congelador y se marcó de forma incorrecta, leche guardada a 49 grados Fahrenheit de temperatura en vez de la temperatura segura de 41 grados, y cajas de perros calientes almacenadas en el congelador indebido.
Las cocinas pasaron las inspecciones en el primer intento.
Ese, sin embargo, eso no fue lo que ocurrió solo días antes cuando tuvo lugar la visita estatal del primer ministro japonés Shinzo Abe a Mar-a-Lago en febrero de 2017, y los inspectores encontraron sushi de pescado listo para el consumo sin el tratamiento requerido para detectar parásitos y multaron al club por almacenar alimentos en dos recipientes rotos a temperaturas que podían dañar ingredientes frescos.