(Miaminews24).- El comercio exterior de China repuntó en 2017, impulsado por una demanda mundial robusta y una mejor coyuntura, que contribuyó a desinflar su excedente comercial, salvo con Estados Unidos.
Las exportaciones del gigante asiático, expresadas en dólares, aumentaron un 7,9% el año pasado, mientras que sus importaciones crecían un 15,9%, según las cifras de la administración de aduanas publicadas este viernes.
La recuperación es espectacular: en 2016 habían caído, respectivamente, un 7,7% y un 5,5%.
En su conjunto, «el éxito de 2017 pone fin a dos años de contracción del comercio chino, gracias a un aumento de la demanda en la propia China y en el exterior», reaccionó Betty Wang, analista de ANZ.
El alza de las exportaciones (2,26 billones de dólares en un año) confirma una demanda sólida tanto de los países desarrollados como de los mercados emergentes que alimentó las ventas chinas de productos manufacturados, en particular la electrónica.
Las exportaciones chinas hacia la Unión Europea y Estados Unidos, sus principales socios comerciales, crecieron respectivamente un 9,7% y un 11,5%.
Por su parte, el monto de las importaciones (1,84 billones de dólares) se vio muy incrementado por la subida de los precios de las materias primas, responsable de la mitad del aumento registrado el año pasado.
Contribuyó asimismo una demanda interior robusta, a medida que la segunda economía mundial se estabilizaba, impulsada por importantes gastos en infraestructuras y un aumento del crédito.
– Sanciones e incertidumbre –
Al final, esta fuerza de las importaciones contribuyó a desinflar un poco el colosal excedente comercial chino: en 2017 se estableció en 422.000 millones de dólares, cayendo un 17% respecto a 2016 (510.000 millones de dólares).
Pero Estados Unidos no se benefició en absoluto: su déficit comercial con China creció un 10% interanual, hasta 276.000 millones de dólares.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ya critició con firmeza este desequilibrio.
Su administración, que acusa a Pekín de proteccionismo, ha abierto investigaciones sobre el aluminio y el acero chinos y sobre la política del régimen comunista en términos de propiedad intelectural, con posibles sanciones al final.
«Las incertidumbres en torno a las relaciones chino-estadounidenses son un factor de riesgo (para los intercambios chinos) a corto plazo», advierte Wang.
Además de las investigaciones en curso, «no podemos excluir la posibilidad de acciones unilaterales (adicionales) de Estados Unidos contra sectores específicos, aunque una guerra comercial total es muy improbable», señala.
También los europeos se muestran vigilantes, y durante su visita de Estado a Pekín a principios de esta semana el presidente francés, Emmanuel Macron, lanzó un llamamiento a una mayor apertura de los mercados chinos a las firmas europeas.
Sin embargo, el excedente chino con la UE retrocedió un 2,9% el año pasado, a 127.000 millones de dólares.
– Estancamiento –
Aunque se congratuló con las «perspectivas radiantes» para el comercio chino en 2018, en un contexto de «reactivación económica mundial», el portavoz de las aduanas, Huang Songping, señaló «la persistencia de incertidumbres y de factores de desestabilización».
De hecho, en el mes de diciembre, las estadísticas mostraban un paisaje más oscuro. Las exportaciones se frenaron ligeramente el mes pasado (+10,9% internaual), mientras que las importaciones solo crecieron un 4,5%, contra un aumento de casi un 18% en noviembre.
Este estancamiento disparó el excedente chino mensual a unos 55.000 millones de dólares, frente a los 40.000 millones de noviembre.
Fuente: Yahoo! Finanzas
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