«Primer gesto de apoyo» de Trump hacia el gobernador Scott para llegar al Senado

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(Miaminews24).- Tras la renuncia del Gobierno de Donald Trump a extraer petróleo cerca de la costa de la Florida, muchos se preguntan si serán retirados de la lista California y otros estados que, al igual que el Estado del Sol, se han opuesto al plan de extracción.

“La respuesta es muy sencilla”, comentó el profesor de leyes de Florida State University, en Tallahassee, Stephen Carter. “Esos estados no cuentan con amigos como el gobernador floridano, Rick Scott, ni con probabilidades de aportar otro asiento republicano al Senado de la nación”, que sería discutido en las urnas el próximo 6 de noviembre.

Para el profesor Carter, que miraba con buenos ojos el aporte económico que “la extracción controlada” de petróleo daría a la Florida, la oposición frontal de Scott al plan de Trump podría tener varias lecturas.

“Sabemos que Scott y Trump son buenos amigos políticos, al menos a la luz pública, y que el gobernador floridano ha apoyado al Presidente abiertamente, por lo que esta primera discrepancia, si podemos llamarle así, no podía ser tomada a la ligera por la Casa Blanca”, argumentó.

Además, la mayoría absoluta de la Florida se manifiesta en contra de la extracción de petróleo y la bandera de la protección ambiental es una buena causa electoral.

Desacuerdo

Scott manifestó su desacuerdo con el plan presidencial el pasado jueves 4 y pidió una reunión urgente para abordar el tema.

También se opusieron los gobernadores de New Jersey, Delaware, Maryland, Virginia, North Carolina, South Carolina, California, Oregon y Washington, pero sólo la Florida obtuvo una rápida respuesta.

“Mi máxima prioridad es asegurarme de que los recursos naturales de la Florida sean protegidos”, resaltó Scott.

Scott, al igual que los otros gobernadores, se refería al peligro que corría la costa occidental de la Florida, donde se encuentran importantes playas del Estado del Sol, que podrían ser afectadas si ocurre un derrame de petróleo, como el que aconteció cerca de la costa de Louisiana, en 2010, que costó multimillonarias pérdidas a la economía turísticas de los estados que miran al Golfo de México.

Por otra parte, los senadores Bill Nelson y Marco Rubio, demócrata y republicano, que representan a la Florida en el máximo cuerpo legislativo de la nación, también expresaron su oposición al plan presidencial.

Nelson reclamó que se trataba de “un asalto a la economía de la Florida, la seguridad nacional, el medio ambiente y los deseos de la ciudadanía”, mientras Rubio, que en el pasado también ha mostrado apoyo a Trump en otros asuntos, reclamó la necesidad de mantener la suspensión de la extracción de petróleo y recordó que acababa de presentar una propuesta de ley que extiende la prohibición hasta el año 2027.

Sin embargo, las reclamaciones de ambos senadores ni la oposición de los fuertes grupos ambientalistas del estado hicieron cambiar la opinión a la Casa Blanca.

“Hay sólo dos buenas razones”, recalcó el profesor Carter. “Una es el precio del apoyo de Scott a Trump y la otra es el peso de que Scott tiene buenas probabilidades de ganar el escaño de Nelson en el Senado en noviembre”.

Nelson rápidamente respondió a la noticia de la Casa Blanca e insinuó que se trataba de una estratagema.

“Esto es un truco político orquestado por la administración Trump para ayudar a Rick Scott”, comentó Nelson a través de un tuit.

De hecho, el Comité de Campañas del Senado Demócrata respondió con una muestra de apoyo a Nelson y tildó a Scott de “tramposo”.

Dudas

No obstante, hay quien duda de la legalidad del anuncio de que la Florida no formará parte del plan de extracción de petróleo.

“Anunciar la salida de la Florida en un tuit me parece arbitrario”, reclamó el abogado superior de Southern Environmental Law Center, Sierra Weaver, al medio noticioso Politico.

“Tienen que tomar una decisión racional y realizar el anuncio a través de un proceso racional”, razonó.

Asimismo, el Congreso de la nación tiene la última palabra y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, parece favorecer una moratoria que impediría la realización del plan de extracción.

Fuente: Diario las Américas