(Miaminews24).- La ciudad del futuro no será el gélido entorno metálico ni el asentamiento en Marte concebidos en las películas de ciencia ficción, sino una comunidad de 19,500 casas rodeadas por miles de acres de espacios verdes y abiertos capaces de producir su propia energía, en completa armonía con el medio ambiente.
Y ese futuro es hoy.
Los primeros residentes de ese paraíso utópico comenzaron a establecerse esta semana en la ciudad ubicada al noreste de Fort Myers, a tres horas de Miami. Se llama Babock Ranch, y lo que más la singulariza es que será cien por ciento dependiente de la energía solar de cero emisiones.
Es la primera urbe en Estados Unidos totalmente ecológica y autosostenible, un laboratorio vivo para empresas, gobiernos y ciudadanos.
Como toda tecnología nueva, los curiosos se preguntan ¿cómo se puede vivir sin depender de los medios tradicionales de generación de electricidad en el siglo XXI? Y especialmente en un estado tan poco amigable a la conservación ambiental como Florida.
Syd Kitson, exjugador de los Green Bay Packers y los Dallas Cowboys y urbanizador de la localidad, explica que su poblado cuenta con la planta de energía fotovoltaica más grande del mundo, conformada por 343,000 paneles solares desplegados a lo largo de una superficie equivalente a 200 canchas de fútbol.
“Me han preguntado que si cuando era futbolista me habían golpeado demasiadas veces en la cabeza, para haberme metido en un proyecto como éste”, confesó Kitson en declaraciones a BBC Mundo, al insistir que es una ciudad rentable y factible. “Es mucho más fácil y barato si se planea así desde el principio”.
Babcock Ranch posee una “red inteligente” integrada que permite a los vecinos monitorear y controlar su consumo energético.
En el centro de esta ciudad del tamaño de la isla de Manhattan, autobuses eléctricos autónomos operados por computadora ya hacen recorridos de prueba.
Visitantes y residentes pueden usar servicios de transporte compartido para alquilar bicicletas y explorar el poblado y los senderos por áreas naturales habitadas por ganado, aves y caimanes.
A mediados de enero se mudará a la ciudad el matrimonio de James y Donna Aveck. Provenientes de Michigan, la pareja se asentó en Punta Gorda hace más de una década para disfrutar de los años dorados en el Estado del Sol. Han comprado una casa de 1,955 pies cuadrados en Babcock.
En el nuevo vecindario encuentran “toda la innovación que amamos porque aceptamos el cambio, pero también amamos la amabilidad de lugar”, señaló la mujer al Naples Daily News, convencida de que el calentamiento global es un problema grande. “Nos atrae la idea de proteger el medio ambiente y tener los senderos, los jardines comunitarios. Nos sentimos en paz tan pronto llegamos aquí”.
Por haber confiado en este proyecto pionero en su fase inicial, los urbanizadores nombraron una de las lagunas tan plácidas que engalanan el paisaje Lago James. Se espera que la nueva ciudad eventualmente sea el hogar de 50,000 habitantes.
Queda por ver si Kitson logra un futuro prometedor para las nuevas generaciones.
Fuente: El Nuevo Herald