Nadal y Federer en el año de su resurrección

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(Miaminews24).- El año que termina ha sido el del español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, que se repartieron el Grand Slam, con dos cada uno, y que en total sumaron 13 títulos, para acabar uno y dos del mundo, respectivamente, en una temporada en la que la palabra resurrección marcó sus trayectorias.

Nadal con 31 años y Federer con 36 fueron los mejores. El de Manacor salió campeón en Roland Garros, por décima vez, y en el Abierto de EE.UU., por tercera, para conquistar su 16 grande. Sumó además su décimo Montecarlo y Barcelona, el quinto en Madrid, y el segundo en Pekín.

Para demostrar que aún sigue vivo y con ganas recuperó también el puesto de número uno del mundo para acabar la temporada en ese lugar por cuarta vez en su carrera, y siendo además el de mayor edad en conseguirlo.

Esta temporada marcó también el adiós de su tío y entrenador Toni Nadal, quien ha forjado la trayectoria del zurdo de Manacor. Su despedida deja a Carlos Moyá y a Francis Roig a cargo del número uno del mundo, aunque Toni siempre estará dispuesto a acudir en su ayuda si ‘Rafa’ le necesita.

Federer mostró que es incombustible. Exhibió su mejor tenis, más rápido y con golpes más destructivos para ganar su quinto Abierto de Australia, su octavo Wimbledon, su tercer Miami, su quinto Indian Wells, su noveno Halle, su noveno Basilea y su segundo Shanghái.

Es verdad que jugó menos torneos (12) y menos partidos (52 victorias y solo cinco derrotas) que Nadal, (18 competiciones y 67-11), porque el de Basilea lleva ya varias temporadas cuidando su físico, programando la campaña con descansos y seleccionando apariciones. Fue además el verdugo de Nadal en las finales de Melbourne, Miami y Shanghái, y en los octavos de Indian Wells.

El año reflejó también el regreso del argentino Juan Martín del Potro, que en un final de temporada trepidante fue semifinalista en el Abierto de EE.UU. y en el Masters de Shanghái, ganó el título en Estocolmo y alcanzó la final en Basilea.

«Me duele la muñeca, la espalda, las piernas. Pero es un dolor lindo, de competencia, de partidos ganados. Un dolor que extrañaba mucho», llegó a decir «Delpo» que acabó undécimo del mundo, tras comenzar el 2017 en febrero, en el puesto 42 en el torneo de Delray Beach.

La temporada marcó la presencia del alemán Alexander Zverev, que ganó su primer Masters 1.000 en Roma, derrotando a Novak Djokovic, y sumó luego el segundo en Montreal, batiendo a Federer, para acabar cuarto del mundo.

La irrupción del discípulo del español Juan Carlos Ferrero coincidió con la presencia de nuevos valores que se han ido confirmando, como el canadiense Denis Shapovalov, el ruso Karen Khachanov y el coreano Hyeon Chung, además del polémico australiano Nick Kyrgios.

Al trío que acabó en los primeros lugares del año hay que añadir el búlgaro Grigor Dimitrov, tercero del mundo, tras ganar las Nitto ATP Finals en Londres, y al austríaco Dominic Thiem, quinto.

Thiem, Dimitrov, Zverev, el belga David Goffin, finalista en el Masters del O2, el estadounidense Jack Sock y el español Pablo Carreño, que logró finalizar décimo en la mejor temporada de su carrera, acabaron por primera vez en el ‘top ten’.

Toda esta revolución coincidió con el prematuro final de campaña del suizo Stan Wawrinka, del británico Andy Murray, de Djokovic, del japonés Kei Nishikori y del canadiense Milos Raonic, todos por lesión o sobrecarga de partidos.

En el circuito femenino, la española Garbiñe Muguruza brilló con luz propia al ganar el torneo de Wimbledon y ocupar después del US Open el puesto de número uno del mundo durante cuatro semanas. Esa posición bailó durante toda la temporada, desde que Serena Williams ganó por séptima vez el Abierto de Australia, embarazada de dos meses, y donde empató los 22 grandes de Steffi Graf.

En total, cinco jugadoras han sido número uno este año. Empezó la alemana Angelique Kerber, siguió Serena, continuó la checa Karolina Pliskova (tras Wimbledon), le sucedió Garbiñe, y acabó cerrando el curso la rumana Simona Halep con su final en Pekín.

Con Halep de número uno y Garbiñe de dos, la danesa Caroline Wozniacki cerró el 2017 proclamándose Maestra en Singapur, y acabando tercera del mundo, en un año en el que la letona Jelena Ostapenko irrumpió al ganar Roland Garros y la estadounidense Sloane Stephens sorprendió al ganar el US Open.

El regreso de Maria Sharapova acaparó parte de la temporada. Tras el final de su sanción de 15 meses por positivo de meldonium. Maria saltó a las pistas en Taijin y allí ganó el título 883 días después de haber logrado el US Open en 2015.

Las peticiones de la jugadora de invitaciones especiales a los torneos (Madrid y el US Open le concedieron una) fueron duramente criticadas por algunas de sus compañeras, como Wozniacki, Kristina Mladenovic, Angelique Kerber y Dominika Cibulkova. Pero también recibió apoyos como los de Svetlana Kuznetsova, Venus Williams y Elena Vesnina.

En las competiciones por equipos, Francia sumó su décima Copa Davis, un objetivo que se le escapaba desde 2001, al derrotar por 3-2 en Lille a Bélgica, que se quedó a las puertas por tercera vez.

En la Copa Federación, Estados Unidos recuperó después de 17 años este trofeo, al vencer a domicilio en Minsk a Bielorrusia, por 3-2.

En ambas competiciones, los equipos de España tendrán nuevos capitanes después de que la Federación Española decidiera que Conchita Martínez no siguiera en su cargo. Sergi Bruguera lo será en la masculina, y Anabel Medina en la femenina.

En mitad de la polémica sobre la Copa Davis, en Praga se disputó la primera edición de la Copa Laver, una exhibición entre jugadores de Europa contra los del Resto del Mundo. Federer, cuya empresa, organizó el evento, ganó el último punto del fin de semana, y con Nadal de compañero, jugaron un espectacular encuentro de dobles, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.

Con información de EFE.

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