(Miaminews24).- Las huellas dactilares revelaron que la nueva ciudadana americana no era realmente quien decía ser. Era otra y se suponía que hubiera sido deportada hace varios años.
Pero Munia Parvin había logrado burlar a las autoridades de inmigración de Estados Unidos presentándose, en la solicitud para la naturalización, con otro nombre y con otros datos biográficos.
La mentira se desmoronó y eventualmente acarreó malas consecuencias, en este caso, la pérdida de la ciudadanía por disposición de la ley.
Un juez de distrito en Tampa sentenció el viernes a Parvin, alias Zarrin Hoque, a seis meses de prisión federal por obtener la ciudadanía de Estados Unidos proporcionando información falaz y engañosa a las autoridades, informó en un comunicado el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés).
No era legalmente un ciudadana americana
El juzgado también emitió una orden para despojarla de la ciudadanía americana, y ahora -por segunda vez- está sujeta a la deportación a su natal Bangladesh. La mujer de 46 años, residente de Sarasota en la costa occidental de Florida, se declaró culpable en septiembre pasado.
“Cuando las personas mienten en documentos de inmigración, el sistema se ve gravemente socavado y se pone en riesgo la seguridad de nuestra nación”, declaró James C. Spero, el agente especial de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) a cargo del caso. “Trabajando con nuestros aliados de USCIS, agentes especiales de HSI continuarán protegiendo nuestros sistemas migratorios”.
Según el acuerdo de admisión de culpabilidad, Parvin solicitó asilo en 1993, alegando que temía ser perseguida y arrestada en Bangladesh. En 1996, el entonces Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) denegó su petición y le ordenó presentarse en un juzgado de inmigración para iniciarse un posible procedimiento de expulsión, relata el comunicado de USCIS.
Al año siguiente, se le asignó una fecha de salida del país, que la bangladesí ignoró, y por tanto se dictó una orden de detención contra ella para deportarla.
Pese a la orden de captura, Parvin asumió la identidad falsa de Hoquea y, bajo este nombre, solicitó protección legal y residencia permanente en Estados Unidos. En el 2012, solicitó la ciudadanía y juró ante la bandera en junio de ese año. Su naturalización devino de un nido de mentiras: jamás había usado otro nombre; jamás había sido sujeta a deportación; jamás había mentido a las autoridades de inmigración. Todo eso declaró en la solicitud.
La tecnología, empero, resultó ser su peor enemiga
Evidencias fotográficas y dactilares más tarde establecieron que Hoque y Parvin eran una misma persona.
Como ella, cientos de inmigrantes han hecho caso omiso de las órdenes de deportación. El Departamento de Seguridad Interior, mediante su “Operación Segunda Mirada” está detrás de sus andares artificiosos, señaló USCIS.
Fuente: El Nuevo Herald
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