(Miaminews24).- El miércoles se confirmó que serán al menos tres partidos más de baja para Hassan Whiteside debido a los problemas que arrastra en su rodilla izquierda. Si esto se cumple, serán siete ausencias consecutivas y doce en lo que llevaremos de Liga. Ninguna fruslería para los intereses de Miami Heat.
Ayer tocó San Antonio. Eso significa enfrentarse a uno de los pocos equipos que todavía apuestan por juntar a dos siete pies de inicio. Además, de la categoría y experiencia de Pau Gasol y LaMarcus Aldridge, pocos. Por eso, Erik Spolestra decidió hacer modificaciones en su esquema habitual.
Rotación sin resultado
Sacó del quinteto inicial a Justise Winslow y el rookie Bam Adebayo, y dispuso una pareja interior conformada por James Johnson y Kelly Olynyk.
A pesar de esta maniobra, los Spurs barrieron a su rival en la pintura, tanto en puntos, 54-28, como en rebotes, 34-29.
“Sentí que debía sacar un quinteto algo más grande, y con J.J y K.O [Johnson y Olynyk] obviamente mejora nuestra ofensiva. No sé si sacaré este mismo grupo ante Brooklyn [próximo partido], ya lo veremos”, ha dicho Spo al Miami Herald.
A pesar de ser una máquina de rebotear y taponar, los números, la estadística clásica, no es lo que más define hoy por hoy a Whiteside. Su impacto, como nos revela FoxSports, es mucho mayor.
Jugar sin Whiteside
Jugar sin Whiteside esta temporada, lo que comprende un total de nueve partidos a día de hoy, implica que los rivales te anoten nueve puntos más por partido (109,6).
Jugar sin Whiteside, significa ver como mejora el acierto a canasta del oponente (del 43,3% al 49,5%). Jugar sin Whiteside, conlleva sufrir mucho más en pintura propia (50,3 puntos en lugar de 41,1).
Jugar sin Whiteside es, por supuesto, perder poder reboteador (+3,7 para el rival).
Jugar con Whiteside implica ganar con él (8-7) más que en su ausencia (3-6).
El gran secreto: defender
Intimidación, titubeo, defensa. Eso es y eso genera Whiteside. Algo que se nota incluso cuando sus compañeros están inspirados. Un dato nos revela que tirar de tres y meterlas no es suficiente si el pívot no está.
Anoche los Heat anotaron de tres hasta en 18 ocasiones (52,8% de acierto) y fue en vano. Algo nada extraño si nos fijamos en su trayectoria en lo que va de curso. Cuando han anotado 13 triples o más, su registro de victorias/derrotas refleja un 6-6. Y todas esas derrotas han llegado ante equipos con balance positivo: San Antonio (17-8), Denver (13-11), Golden State (20-6), Detroit (14-10), Washington (13-11) e Indiana (14-11).
Moraleja avanzada: sin defensa, no hay playoffs.
El conjunto de Gregg Popovich se movió con frescura sin amilanarse ante los triples recibidos, ya que la defensa contraria no oponía una gran resistencia. Los tejanos lanzaron con un 52,9% en tiros de campo y repartieron 30 asistencias.
Otra estadística refuerza lo ya evidente. Cuando los de Florida logran dejar a su rival por debajo del 45% en tiros de campo, la cosa fluye (8 triunfos y 3 derrotas); no así cuando lo rebasan (3-10).
El backcourt de los Heat está en fase de refresco en la cabeza del pelotón. Los peores partidos de Goran Dragic (9,6 puntos en los últimos cinco encuentros) coinciden con el resurgir de Tyler Johnson (25 puntos anoche) y Josh Richardson. Relevo que parece complicado esperar bajo los aros. Los Heat y Spolestra necesitan a Whiteside y con urgencia. La postemporada depende de ello.
Fuente: nbamaniacs.com