(Miaminews24).- Rob Gronkowski ha sido sancionado con un partido sin jugar por parte de la NFL. El tight end de los New England Patriots se perderá el próximo encuentro de su equipo, que se disputará el lunes ante los Miami Dolphins, en caso de que no se le levante el castigo en el proceso de apelación que ya ha comenzado.
Gronkowski fue el protagonista de una fea y criminal acción en el partido contra los Buffalo Bills.
Tre’Davious White le estaba defendiendo y, en una jugada en la que el balón iba dirigido al genial tight end de los Patriots, el defensor consiguió interceptar a Tom Brady. En la acción, cayó al suelo y, cuando estaba completamente indefenso, Gronk se lanzó contra él con el antebrazo por delante para golpearle en la cabeza.
El resultado de la acción fue una conmoción cerebral para White y una penalización de quince yardas para New England y Gronkowski por violencia innecesaria.
Fue algo más que eso. Fue un golpe sucio, rastrero, deliberado y perfectamente evitable. Así lo dice la propia NFL, lo de deliberado, en la carta que le ha enviado al jugador para comunicarle la sanción.
Gronkowski estaba realizando un partido memorable en Buffalo, con alrededor de 150 yardas de recepción y siendo el foco absoluto del juego aéreo de su equipo.
Se le vio frustrado en el momento del golpe a White porque pudo pitarse un pass interference del defensor que, por otra parte, es conocido por jugar de manera bastante física.
Bill Belichick, entrenador de los Patriots, supo en el propio encuentro que la acción de Gronk fue intolerable. De hecho, al concluir el encuentro pidió perdón de manera personal al entrenador de los Bill, Sean McDermott, y le dijo que era intolerable lo que había sucedido.
Ha sido esta una semana especialmente violenta y desagradable en la NFL. Han de esperarse más sanciones del tipo del que va a sufrir Rob Gronkowski. Y es deseable que algunos jugadores se comporten de manera bastante más profesional de lo que lo están haciendo.
Fuente: mexico.as.com