(Miaminews24).- Cuando Anthony Davis abandonaba la cancha de Utah Jazz en silla de ruedas, muchas manos se echaron a la cabeza. La estrella de los Pelicans –papel ahora compartido con DeMarcus Cousins– podía sufrir una grave lesión que complicaría enormemente el futuro del equipo.

Con esa duda han convivido dos días en la gerencia de la franquicia de Luisiana, la cual, para regocijo de sus aficionados, ha anunciado que las pruebas han desvelado que el ala-pívot no sufre daño estructural en la zona de la ingle izquierda, por lo que ha sido catalogado como day-to-day.

La dolencia, definida como una tensión en el aductor izquierdo, le impedirá jugar esta noche contra Golden State Warriors; no obstante, es un escenario que hubiesen firmado en New Orleans desde ese momento en el que se cortó la respiración en Salt Lake City.

Indispensable

Una ausencia prolongada de Davis habría sido catastrófica para los Pelicans. En el presente, con Utah Jazz y Oklahoma City Thunder en persecución, podrían haber dado un paso atrás definitivo en sus aspiraciones de playoffs, con lo que ello conlleva de cara al futuro de Cousins. La importancia de Davis es tal como los 15,4 puntos por cada 100 posesiones que mejoran con él en pista.

Miaminews24.