(Miaminews24).- Sayfullo Saipov se ha declarado este martes “no culpable” de las acusaciones por el atropello que hace cuatro semanas, el día de Halloween, acabó con la vida de ocho personas en el barrio de Tribeca, en el bajo Manhattan.
Cinco de las víctimas eran amigos argentinos que celebraban los 30 años de su graduación.
El sospechoso se enfrenta 22 cargos penales, algunos castigados con la pena de muerte.
El sospecho entró en la sala con un grillete en las piernas. Las manos las llevaba sin esposar.
Dice que no es culpable por las muertes
Miró al fondo como si estuviera buscando a algún familiar. Se sentó y solo dijo “sí” cuando el magistrado le preguntó si entendía por qué estaba sentando en el banquillo de los acusados. Necesitó ayuda de un intérprete, quien le tradujo del inglés al uzbeko.
La próxima vista se celebrará el 23 de enero.
Es el primer atentando terrorista con víctimas mortales que sufrió la ciudad de Nueva York desde los ataques suicidas del 11-S contra las Torres Gemelas.
El incidente tuvo lugar en un carril bici que pasa junto al World Trade Center
En la confesión que hizo a la Policía, Saipov declaró que su plan era hacer aún más daño, atropellando con su camioneta a los peatones por el puente de Brooklyn.
Los cargos incluyen ocho acusaciones por asesinato, 12 por intento de asesinato, una por dar apoyo al grupo extremista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) y una más por violencia y destrucción con un vehículo de motor.
Saipov utilizó una furgoneta para causar el mayor daño posible a los civiles. La Fiscalía incluye como prueba 90 vídeos y 3.800 imágenes de propaganda del ISIS que encontraron los investigadores en el teléfono móvil del acusado.
Saipov llegó a plantearse poner una bandera del ISIS en la camioneta, pero al final decidió no hacerlo por si llamaba la atención.
Tras el ataque, pidió colocarla en la habitación del hospital en el que tuvo que ser ingresado
El atacante fue reducido por un policía después de que su furgoneta tipo pickup chocara con un autobús escolar. Al bajar del vehículo, llevaba dos armas de mentira.
El acusado, residente en la localidad de Paterson (Nueva Jersey), preparó el ataque durante varias semanas.
Su nombre emergió en otras investigaciones a miembros del ISIS, pero no estaba vigilado.
El presidente estadounidense, Donald Trump, sugirió que fuera enviado a Guantánamo, pero al final dijo que sería mejor que afrontara un juicio en Nueva York y que se le aplicara la pena capital.
Fuente: EL PAÍS
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