(Miaminews24).- Tras la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para haitianos y nicaragüenses, grupos defensores de los inmigrantes prevén un éxodo de ‘tepesianos” hacia la costa oeste del país —donde tendrían mayores posibilidades de legalizarse debido a una decisión judicial.
“Los beneficiados [del TPS] que están fuera de California están llamando cada vez más por información sobre la decisión de la corte y cuánto tiempo tienen para moverse”, indicó Teresa Tejada, directora de la Asociación de Salvadoreños en Los Angeles (Asosal).
El “éxodo” que prevén los grupos a favor de los inmigrantes tiene su fundamento en el hecho de que ciertos inmigrantes amparados con TPS pueden favorecerse de una decisión del Noveno Circuito de Apelaciones, que los clasifica como personas admitidas en el país de manera legal.
El fallo de esta corte aplica en concreto a los beneficiarios con TPS que residan en California, Idaho, Montana, Nevada, Oregon, Washington, Arizona, Alaska, Hawai y Guam.
Para quienes cumplan con ciertos requisitos y residan en alguno de esos estados o islas se les abre el camino a la residencia permanente sin tener que salir del país, de acuerdo a abogados.
No obstante, hay ciertos requerimientos.
Uno de los primeros pasos es contar con la petición familiar de un ciudadano estadounidense, “puede ser un cónyuge, un padre o un hijo mayor de edad”, según especifica el abogado en inmigración Fernando Romo.
“Sabemos que hay centenares que clasifican para hacer el ajuste”, añadió.
Uno de ellos es Wilson Pleites, un salvadoreño amparado con el TPS desde 2001 y con un hijo de 23 años nacido en suelo estadounidense que puede presentar la petición, aunque antes debe resolver el hecho de que reside en el estado de Colorado.
“Tengo toda una vida hecha aquí y no me había preocupado pero con esto que está pasando es mejor buscar una solución y rápido, así que nos vamos a California”, confesó Pleites.
Tejada, directora de Asosal, asegura que tras la cancelación del TPS de Haití y Nicaragua por parte de la Administración de Trump, el temor se ha esparcido entre los salvadoreños y hondureños ante la posibilidad de que el Gobierno anule el amparo para estas otras dos naciones. Ello ha empezado a propiciar ya que unos cuantos se trasladen a California.
Hay casos de algunos estados tan lejanos como Florida, donde vive Álex Banegas —de 46 años— que optó por dejar su negocio de dos años en Orlando para mudarse con su familia a Los Ángeles.
“El mismo Gobierno ha recomendado en un memorándum que los amparados por el TPS busquen formas legales de permanecer en el país”, indicó Alex Gálvez, el abogado de Banegas.
El inmigrante es consciente de la necesidad de obtener la residencia permanente y no dejar a sus cuatro hijos estadounidenses.
“Donde me tenga que mover lo voy a hacer, así sea a la luna. Estoy haciendo esto por mi familia”, manifestó.
En 2013, el Sexto Circuito de Apelaciones tomó una decisión similar, y los residentes de Kentucky, Michigan, Ohio y Tennessee con TPS elegibles, fueron habilitados para hacer las peticiones familiares —una oportunidad de la que no se hizo tanto hincapié, según reconoce Tejada.
“Estábamos pensando en que una reforma migratoria iba a ser aprobada y que todos los grupos con TPS se iban a hacer residentes, sin distinción alguna pero ahora todo ha cambiado”, señaló.
Casi 5,000 nicaragüenses perderán el amparo el 5 de enero de 2019 y los cerca de 60,000 haitianos a mediados de ese año.
Con información de EFE.
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